SOCIEDAD
• SUBNOTA › VARIAS HINCHADAS SE UNIERON PARA PEDIR JUSTICIA
Embanderados bajo una misma causa
Por G. V.
Prevalecían los colores rojo y negro, pero las camisetas de River, Boca, Lanús, Almagro, Atlanta, Platense, Morón, Almirante Brown y, la presencia de un dirigente de Excursionistas y otro bohemio, le daban al encuentro cierto aire de cumbre futbolística. Unos doscientos, tal vez pocos, pero con la voz suficiente para repudiar la muerte de Fernando Blanco y a la Policía Federal, se juntaron ayer en el cruce de la Avenida del Libertador y Comodoro Rivadavia, a metros del estadio de Defensores de Belgrano.
Allí, Marcelo Achile, el presidente del club anfitrión –sus hinchas y los amigos del chico muerto convocaron a la cita–, hizo un encendido discurso contra la Federal, la AFA, Futbolistas Agremiados y los sindicatos de árbitros. A las instituciones del fútbol les criticó su falta de solidaridad con Fernando Blanco y su familia y a la Policía que sostenga una cultura “de la represión”. Dijo “estamos podridos de que nos peguen”, mientras un coro de hinchas cantaba “Grondona, hijo de p...” y denuestos similares contra la fuerza de seguridad.
A un par de cuadras de allí, la guardia urbana desviaba el tránsito por una calle perpendicular a Libertador. Ningún uniformado se hizo notar en la zona, salvo ese cuerpo recientemente creado por el Gobierno de la Ciudad. Achile tampoco se olvidó de Javier Castrilli, unas horas antes. Y en un diálogo telefónico con Página/12 dijo que ratificaba todo lo que había dicho del ex árbitro y funcionario durante la semana: “La gente que maneja la seguridad debe abandonar su soberbia y fundamentar bien su criterio. No se puede estar primero a favor de la quita de nueve puntos y después cambiar el discurso”, puntualizó.
Un mensaje escrito en la página Web que posee Defensores en Internet, escrito curiosamente por un hincha de Chacarita –el equipo que lo mandó al descenso–, simbolizaba el espíritu con que se hizo la convocatoria: “Las banderas, los bombos, los redoblantes y las sombrillas no matan. La Policía, sí”.
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