Los trece miembros de la Comisión Investigadora de la Legislatura votarán hoy si adoptan como propio el informe de mil páginas que elaboró la anterior comisión investigadora –denominada ad hoc– y que recomendó el juicio político de Aníbal Ibarra. Es un hecho que en la votación de hoy la mayoría, diez legisladores de los trece –incluyendo el macrismo, el ARI, un sector de la izquierda y una representante del ibarrismo–, aceptaría el informe como está. Los kirchneristas, en cambio, pedirán más tiempo para el análisis y la investigación y, dada la relación de fuerzas, dependerán de cuánto tiempo –se habla de dos semanas– les otorgue la mayoría. En la Legislatura se dice que aproximadamente el 20 de septiembre podría hacerse la votación decisiva: si se somete o no a Ibarra juicio político por mal desempeño en sus funciones, con la consiguiente suspensión si prospera el juzgamiento. En todo el caso Cromañón, macristas, kirchneristas e ibarristas tienen ópticas y estrategias distintas.
Lo que se discutirá hoy es si se cierra la etapa de la investigación: la mayoría aceptaría el dictamen de la comisión ad hoc y con eso se concluye la recolección de pruebas para la acusación. Los que deben decidir si se somete a Ibarra a juicio político son los 45 integrantes de la Cámara de Acusación, de los cuales 30 deberían votar contra el jefe de Gobierno para que el proceso siga adelante. De acuerdo con los cálculos coincidentes que existen en la Legislatura, hay 27 votos a favor del juicio político, con lo cual no serían suficientes para que la acusación prospere.
Sin embargo, es en ese punto donde están jugando ahora las distintas estrategias del macrismo, el ibarrismo y el kirchnerismo.
- El macrismo está a favor de que se vote lo antes posible. El argumento es que ya todo está investigado y que la acusación es irrefutable. Por supuesto, sus adversarios acusan a las huestes del ingeniero de intentar una utilización electoral del caso. Algunos cálculos indican que podría votarse la acusación el 20 de septiembre, o sea en plena campaña.
u Los hombres del Presidente –que son seis en la Cámara Acusadora– dicen que en todo caso el juicio político debe hacerse después de las elecciones. Afirman que durante el proceso electoral no sólo se llevaría agua al molino de Macri, sino que además sería mezclar tragedia con política o sea que habría una utilización electoral de las muertes. Es más, el jueves pasado el kirchnerista Diego Kravetz fijó posición. “Si nos apuran, daremos libertad de voto en nuestro bloque.” Con ello planteó una amenaza a los ibarristas, por cuanto si tres votan el juicio político, se habrán juntado los 30 necesarios para iniciar el proceso que llevaría a la automática suspensión de Ibarra.
- Los hombres de Ibarra, por su lado, vienen apoyando la idea de que se vote lo antes posible, con el argumento de que no se pueden seguir dilatando las cosas. En privado, los ibarristas desconfían de los kirchneristas y creen que, pasadas las elecciones –en las que la Casa Rosada se juega mucho en territorio porteño–, podrían terminar poniéndose en la vereda de enfrente de Ibarra. El jefe de Gobierno porteño tiene en sus manos la herramienta para que la votación decisiva se traslade al período poselectoral, ya que puede pedir la realización de distintas pruebas de defensa, lo cual demoraría el proceso hasta, al menos, noviembre.
Todo este trasfondo será el marco de la votación de hoy, con buena parte de los familiares también insistiendo en que no se demoren las cosas. Sin embargo, lo más probable es que se produzca un diálogo Ibarra-Casa Rosada para definir el rumbo y los tiempos políticos del caso.