El ecocentro fue proyectado por el arquitecto Carlos Levinton, sobre la base del modelo de la ecocasa que él mismo diseñó y que funciona desde hace cuatro años en Guernica. Constará de dos plantas y será construido con materiales de descarte: una de las paredes (muro trombe) estará hecha de botellas de vidrio llenas de agua, para permitir el paso de la luz y el aislamiento térmico del ambiente. Los pisos estarán recubiertos por caucho obtenido de neumáticos reciclados.
El ecocentro será a la vez un centro de capacitación y trabajo para un grupo de 50 adolescentes, y a la vez, un lugar de demostración sobre las posibilidades de este tipo de construcción: podrá ser visitado por estudiantes, autoridades y empresarios.
Habrá tres zonas de cultivos: la biotorre, construida en terrazas escalonadas, como lo hacían los incas; los hidropónicos, en maceteros sin tierra, y los aeropónicos, ubicados en un puente construido sobre el techo. El horno del edificio funcionará para cocinar alimentos y como usina de calor, pero también se utilizará para calentar o esterilizar el agua. Hasta los desechos cloacales pueden aprovecharse: en el fondo se instalará un digestor, que producirá gas metano (que puede abastecer el horno) a partir de la materia fecal, barro para cría de lombrices y agua para riego. La energía eléctrica será provista por pantallas solares.