La historia logró ser repetida en todas las radios, desde bien temprano y hasta la noche. De pronto la guerra narco del Bajo Flores no se había corrido sólo a Once, sino también a Saladillo. Allí, donde el lunes al mediodía un grupo comando muy bien preparado se robó un Cessna, una testigo creyó reconocer a Marcos Estrada González, el hombre buscado como el jefe de la estructura narco más fuerte de la ciudad. “Se parecían a Evo Morales”, les dijo la casera del lugar, tras ser desatada, a los policías de la Bonaerense que llegaron después del robo. Entonces, teniendo en cuenta los operativos que el domingo se hicieron en la villa 1.11.14 y ante la calidad del asalto, decidieron que era mejor mostrarle fotos del capo para descartar que haya sido él el atrevido que desapareció en el horizonte a bordo del Cessna 172, como en la películas. Anoche, en la Justicia federal descartaban esa hipótesis.

Ayer cinco fuentes relacionadas a la investigación de la trama narco expresaron su incredulidad ante la noticia. “Se puede salir caminando de la Argentina. No tienen para qué hacer algo así. A esa avioneta la encuentran pronto después de que la usaron para entrar marihuana desde Paraguay”, sentenció un experimentado hombre de la División Drogas de la Federal. “La verdad es que no tiene asidero. El no está en el país, y si alguien con ese poder económico se quiere escapar lo hace en un jet privado”, prefirió una fuente de la Justicia federal. Allí, por la noche, creían que en el hipotético caso de que los ladrones hayan sido miembros de esta banda, eran quienes se habían salvado el último domingo de allanamiento a cargo de 450 gendarmes en la villa 1.11.14 de Bajo Flores.

Los únicos datos ciertos, al menos por ahora, son que un grupo de cuatro hombres irrumpió en el aeroclub, ubicado en la avenida Rocha al 3300, entre las 13 y las 13.15 del martes. Iban preparados. Llevaban bidones con 125 litros de combustible para el avión. Eligieron el mejor. El más caro del hangar. La casera, de quien no trascendió el nombre, fue quien declaró que la foto de Marcos publicada en los diarios coincidía con la cara del que la arrastró de los pelos y parecía comandar al grupo. El mismo que luego se subió al avión con un piloto que lo alejó de la pampa en pocos minutos, mientras otros tres huían en los autos y una camioneta Sprinter que luego abandonaron en el camino porque tenía un sistema de cortacorriente.