La procesión e izamiento de la Piedra Modeviza trajo al presente los recuerdos y las historias que intentaron explicar su caída hace ya 95 años. Entre los relatos de antaño revive en el imaginario colectivo la teoría de la venganza que, según el historiador y periodista local Néstor Dipaola, habrían ejecutado los trabajadores de la cantera que trabajaban en la zona.

“Cansados de trabajar largas horas por un magro sueldo y además de ver todos los días a los turistas a los que ellos calificaban en forma despectiva de ‘copetudos’, los trabajadores, de bronca, habrían decidido tirar la piedra”, relató.

Otra de las explicaciones, a la que adhiere el historiador, es que se habría precipitado por el movimiento propio de la ciudad que había crecido con la aparición del ferrocarril. “No es causalidad que haya caído a 29 años de la llegada del tren a la ciudad, que generó el crecimiento económico y la circulación de los pobladores”, sostuvo.

El relato más fantástico, que hasta hoy sigue circulando en reuniones de café, es la que piedra decidió suicidarse. “No soportó más el ruido y enloqueció, ya no era vida.” Frente a la pérdida de este monumento natural, los pobladores inscribieron la imagen de la piedra en cada acto y objeto. “Es un símbolo que se utiliza desde hace décadas como membrete de la papelería oficial”, contó.