Sesenta y ocho personas que trabajaban en negro en talleres textiles del barrio porteño de Flores fueron descubiertas ayer durante un operativo sorpresa de inspección de la Dirección Nacional de Fiscalización del Trabajo. El procedimiento se realizó en tres talleres y 18 comercios ubicados en la zona comercial de la calle Avellaneda, en los que se comprobó que todos los empleados mantenían algún tipo de relación laboral irregular. La Dirección intimó a los empresarios a regularizar la situación en las próximas 48 horas ante el Ministerio de Trabajo nacional o, en caso contrario, deberán abonar multas que van desde los 500 a los 1500 pesos por empleado. Guillermo Zucotti, director de Fiscalización de Trabajo, dijo que “en todos los casos se encontraron situaciones de irregularidad. Incluso hubo casos de doble irregularidad: algunos talleres no estaban inscriptos como dadores de trabajo”, por lo que se trataba de talleres clandestinos, indicó.