Miles de uruguayos se sumaron esta semana a una campaña de protesta contra el procesamiento de una joven por realizar un aborto, justo cuando uno de los debates en el país es un proyecto de despenalización presentado en el Congreso. El manifiesto de protesta reunió miles de firmas y resulta de una claridad frontal: “Los y las abajo firmantes hemos infringido la ley 9.763 de 1938 –la que pune el aborto en Uruguay– haciéndonos un aborto o financiándolo, acompañando a una mujer a practicárselo, conociendo la identidad de muchas y callándonos. O todos y todas somos delincuentes o la ley es injusta”. Entre los primeros en firmar estuvieron la ministra del Interior, Daisy Tourné, y la de Desarrollo Social, Marina Arismendi, varios legisladores oficialistas y de oposición, el escritor Eduardo Galeano y el músico Jaime Roos, entre muchos otros referentes culturales del país. La campaña comenzó cuando una chica de 20 fue procesada luego de acudir a un hospital público para atender complicaciones de una interrupción de embarazo. Otras tres mujeres, entre ellas una ginecóloga, fueron detenidas y tuvieron que devolverle los 700 dólares que cobraron por la intervención. El gobierno uruguayo calcula que cada año se realizan 30.000 abortos clandestinos en el país. Las personas involucradas arriesgan penas de tres meses a dos años de cárcel. Según las encuestas, el 61 por ciento de los uruguayos es partidario de la despenalización.