SOCIEDAD • SUBNOTA
A un mes del lanzamiento del Programa Nacional de Entrega Voluntaria se recibieron 20.165 armas y 97 mil municiones, esto durante los 24 días hábiles durante los cuales estuvieron abiertas las bocas de recepción habilitadas, en todo el país, por el Registro Nacional de Armas (Renar). Del total entregado, en forma anónima, por los ciudadanos, sólo 26 armas tenían pedido de captura por parte de la Justicia, en causas que van desde “la ocasión de robo o de hurto hasta casos simples de extravío o por algún proceso de quiebra, pero en ningún caso por homicidio”, informó a Página/12 el titular del Renar, Andrés Meiszner. A cambio, como estaba previsto, los adherentes al plan recibieron dinero. El Estado paga entre 100 y 450 pesos, según el calibre y las características del arma. “El 97 por ciento de los tenedores legales de armas son hombres, pero las que vienen a entregarlas son, en su mayoría, mujeres”, explicó Meiszner, y comentó que entre el material recibido “hay desde revólveres o pistolas calibre 22 hasta fusiles FAL, ametralladoras y otras armas de guerra”.
“La mayoría de las mujeres entregan el arma con timidez, envueltas a veces en repasadores o en prendas de vestir. Por lo general, los dueños eran sus esposos o padres. Ellas sólo las vienen a devolver”, sostuvo el director del Renar. “Es importante decir que, además de no haber muchas armas con pedido de captura, que era una de las cosas que se pensaba que podía pasar por tratarse de una entrega anónima, tampoco se han entregado armas viejas o inútiles. La mayoría estaba en perfecto estado de conservación y en funcionamiento, lo que significa que muchas armas que entrañan peligro cierto han sido sacadas de circulación.”
Cuando se le comentó que Página/12 no había observado la destrucción inmediata de las armas, como se había dicho en el anuncio oficial, Meiszner ratificó que eso se va a hacer una vez que termine la campaña “mediante dos procesos: primero por trituración del material y luego por fundición. Para que haya mayor transparencia, toda la supervisión del proceso está a cargo de las organizaciones no gubernamentales que apoyan el programa”. Las armas son llevadas a los depósitos del Renar y cuando se produzca la fundición, el material reunido será vendido y el dinero obtenido será donado a la Fundación del Hospital Garrahan.
De las 20.165 armas entregadas, un total de 6676 fueron recibidas en la sede central del Renar. El segundo lugar en importancia fue la provincia de Santa Fe, donde se entregaron 3952 armas, 2274 en la capital provincial y 1678 en la ciudad de Rosario. Otros lugares que trabajaron mucho fueron las agencias del Renar en Quilmes (1270 armas) y la que está instalada en el Tiro Federal Argentino (1149). Otros que superaron el millar fueron las agencias en Mar del Plata (1070) y en Tucumán (1021).
Meiszner resaltó, además, que “más de la mitad de las armas recolectadas hasta el momento pertenecían a legítimos usuarios que las habían declarado y quienes, además, dieron de baja sus papeles de tenencia de armas extendidos por el Renar”. El director del Renar insistió en que “la mayoría de las personas que entregaron sus armas son adultos y casi todos han manifestado durante las charlas con los empleados, que la intención que los llevó fue la de sacarse un problema de encima porque las armas no les daban ninguna seguridad”.
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