SOCIEDAD
• SUBNOTA › COMO FUNCIONA EL CEAMSE
El destino de los residuos
El basural de José León Suárez es parte de la estación de rellenos sanitarios administrados en la Zona Norte por el Ceamse, la empresa estatal encargada del control y la disposición final de residuos de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano. El tendido está sobre el Camino del Buen Ayre a la altura de la calle Pogresiva al 7000, sobre el frente del Parque San Martín. Por allí circulan 1100 camiones por día que trasladan de lunes a sábados distintos tipos de residuos: domiciliarios, industriales y patogénicos tratados y especiales.
Cada uno de esos cargamentos tiene horarios y destinos específicos. El tránsito es controlado por un grupo de efectivos de la Bonaerense y una empresa de seguridad privada, Tecsam SA, la concesionaria contratada por el Ceamse para llevar adelante los trabajos dentro del campo.
El corredor sanitario de San Martín es uno de los cuatro centros de disposición final de residuos en manos del Ceamse. Además de ése, existen otros en Villa Dominico, Ensenada y González Catán. Estos lugares son el último eslabón de la cadena de recolección de residuos. Como el de San Martín, el resto recibe dos grandes tipos de carga. Una es aquélla derivada por los generadores privados comerciales o industriales y la otra es la basura de tipo “domiciliaria y municipal”, aquélla producida en las casas particulares, colegios, instituciones públicas y privadas.
Además de estos dos grandes orígenes, existen desechos provenientes de las actividades de la construcción y demolición.
Esa basura se acumula de acuerdo con el origen en distintos sectores o celdas, que son zonas preparadas como relleno sanitario. Los rellenos son pozos cubiertos por una capa impermeabilizante en el que después se arroja la basura. La descarga se hace en esos lugares durante un período, después los pozos son cubiertos por una superficie vegetal en medio de un proceso que incluye, en el país, el venteo de gases. Estos procesos están regidos por estándares internacionales y normas de seguridad que varían año a año; el Ceamse también va modificando sus técnicas y controles de acuerdo con aquellos parámetros.
En estos momentos, los rellenos de San Martín, por ejemplo, son uno de los más modernos en cuanto a la optimización en el tratamiento de residuos. Esa modernización incluye desde hace algunos años servicios tercerizados. El concesionario actual es una empresa del grupo de Benito Roggio y, así como el Ceamse cobra un canon a los particulares por depositar la basura allí, la empresa de Roggio recibe un canon por sus servicios. Son ellos quienes ahora administran todos los trabajos, incluidas las medidas de seguridad. Allí también existe una unidad de supervisores de la empresa del Estado.
Para el Ceamse, explica un vocero, es “imposible controlar la carga de cada uno de los camiones que entran a los rellenos”. Para chequear el material trasportado y descargado, hacen cada tanto controles aleatorios en los camiones. Hasta ahora –dijo uno de sus voceros a este diario– nunca han aparecido cosas extrañas; el cargamento coincide con las declaraciones hechas por las empresas cuando usan el suelo del Ceamse como depósito para arrojar su basura. En esos contratos declaran la carga que trasladarán, el tipo de actividad que hacen, las materias primas que usan y hasta los días que irán a descargar al Cinturón.
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