SOCIEDAD › LA POSICION DEL CEAMSE
“No jugar con la salud”
Por Alejandra Dandan
La dirección del Ceamse no conocía hasta este momento ninguna de las denuncias registradas por este diario en José León Suárez. La única vía de información que tiene el organismo para acceder a lo que ocurre en el lugar son los partes de informes trasmitidos por el núcleo de empleados que controla el trabajo de Tecsam SA, la concesionaria del Ceamse. Según las autoridades, ninguno de esos informes internos mencionó hasta ahora la presencia de la gente de los barrios o los disparos, y tampoco existieron novedades sobre el desvío de basura.
Atilio Alivio es el gerente general de la empresa. Conoció la denuncia sobre los basurales durante el diálogo con este diario. Asegura que ninguno de los policías ni los vigiladores tiene permiso para disparar o para llevarse la basura. Y, en todo caso, indica, está convencido de que estas “situaciones hacen ver la realidad en su lado más oscuro, no se puede jugar con la salud de la gente, y menos comerciar con eso”.
–Quienes se acercan al basural para recuperar lo que se tira están convencidos de que esto es una fuente alternativa de trabajo.
–Pero no lo podemos permitir. Está prohibido por ley y nosotros de ninguna manera podemos admitirlo. Yo valoro muchísimo la organización de la gente, especialmente de aquellos que buscan una manera de sobrevivir, pero el grado de organización debería estar dado en aquellos lugares de origen: ¿qué pueden encontrar? Restos de alimentos que sería inhumano permitir que se ingieran.
–No sólo encuentran alimentos. Muchos indican que hay cajas con elementos en buen estado, como electrodomésticos. ¿Cuál es la explicación?
–No digo que no puede suceder. Es que la empresa productora tiene cosas de este tipo que están falladas y no tienen valor comercial y los arrojan: a nosotros el otro día nos llevaron una ballena que encontraron en el río. O hay decomisos de muzzarella en mal estado que, previa autorización, se lleva al Ceamse. Y así cantidades de cosas. En definitiva entramos en el tema de la salud: por eso es que somos muy celosos en este sentido, pero lo que uno protege es un nivel mayor de seguridad para toda la población.
–¿Y estos celos llegan a las balas?
–No me consta. Sería un hecho criminal de nuestra parte conocerlo y no denunciarlo. Por lo tanto no debería ser así.
–¿Y de qué se tratan los disparos que se oyen en el lugar?
–No puedo hablar de eso porque no conozco el tema. Toda la actividad en los rellenos está hecha por contratistas privados que, entre otras cosas, tienen a cargo la seguridad. Es cierto que hace unos cuatro o cinco meses, ante grupos que intentaron entrar al relleno Norte III, se pidió la colaboración de la policía de la provincia. Pero eso es todo lo que hicimos, en este momento la seguridad depende de los contratistas.
–De acuerdo con una información interna del Ceamse, allí prestan servicios agentes de la Bonaerense.
–Puede ser, de hecho nosotros tenemos en otros rellenos ese tipo de servicio. En González Catán y en Dominico, y precisamente para prevenir este tipo interés de la gente de entrar ahí. No porque hayamos tenido problemas, pero tenemos que desalentar esas actividades porque alentarlas sería ser cómplices de una tarea que va en contra de la salud.
–¿En el lugar hay efectivos de Billinghurst?
–No sé, nosotros tenemos gente de esa comisaría en tierras lindantes y los contratamos para evitar que nos sigan intrusando. Pero no sé si está a cargo nuestro o de la contratista.
–Le pregunto esto porque son ellos y la gente de seguridad del lugar quienes se llevan la basura. ¿Tienen permiso?
–De que lo hagan, honestamente, no tengo la información; de hecho, si existe eso, hay que hacer una denuncia porque es un delito.
–Como organismo de control, ¿el Ceamse no estaba al tanto?
–Obviamente no, con esa información vamos a hacer la denuncia en el juzgado que corresponda porque esto es un delito: no se puede jugar con la salud de la gente y menos comerciar con eso, me parece que estas situaciones hacen ver la realidad en su lado más oscuro: hay gente que se está aprovechando de la miseria de otros. Y hay que investigar si eso es así, porque si es así hay delito y connivencia entre aquellos que lo cometen y aquellos que deben controlarlo.