SOCIEDAD • SUBNOTA
Además de su inquebrantable lucha contra la desigualdad de géneros, el juez Eduardo Alomar es dueño de una abigarrada carpeta. Una de sus escarapelas en este rubro fue la impugnación presentada por el Cels, y otros organismos, para evitar su ascenso a camarista. Como se observa en el fallo de la igualdad de géneros, la impugnación no tuvo éxito. Se le suma además su polémica participación de parsimonia judicial en un caso de denuncias de picana eléctrica en 2004 y en el dramático caso Blanco, el preso que murió de sida en 2005 en la unidad 21 de Campana, luego de que el defensor Gabriel Ganón solicitara la detención domiciliaria como medida humanitaria. Alomar no sólo rechazó el pedido sino que además reprendió al defensor y le cargó las costas del pedido, tal como hacían los jueces de la dictadura. Ganón apeló diciendo esto mismo. Y Alomar se sintió ofendido y lo denunció ante la procuradora María del Carmen Falbo. Ahora se le agregó otra escarapela. Ganón le envió una carta documento y le pidió que confirmara si en la reciente cena de “camaradería” de los magistrados nicoleños, su presidente, Alomar, hizo una arenga en su contra. Alomar lo negó, pero otra vez lo presionó con un pedido de sumario ante Falbo.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux