Además de a Juan, la Sala 8 de la Audiencia Provincial de Barcelona condenó ayer por distintos delitos a otros ocho imputados en la causa. Los catalanes los llaman “los pringaos (perejiles) del 4 de febrero”.

Rodrigo Lanza fue encontrado responsable de los delitos de “atentado en concurso ideal con falta de lesiones dolosas” y “lesiones imprudentes”. Se lo condenó a cuatro años y medio de prisión y deberá pagar 1.070.000 euros de indemnización al guardia herido y su familia. El 4 de mayo próximo cumple la mitad de su condena, por lo que quedaría en libertad.

Alex Cisternas, Alfredo Pestana y Patricia Heras fueron condenados a tres años y tres meses de prisión por “atentado en concurso ideal con una falta de lesiones dolosa” y deberán pagar una multa de 240 euros cada uno. Lo curioso es que a Pestana y Heras los detuvieron en un hospital, cuando fueron a atenderse por una caída de la bicicleta, porque “parecían okupas” y un guardia que estaba en el hospital creyó reconocerlos “de la fiesta”.

Los otros cuatro fueron condenados a un año de prisión por “atentado”.