LA DéCADA DEL '90, INVERSIóN EXTRANJERA Y LA DISCUSIóN POR TARIFAS
“Esperar la oportunidad”
El mundo de los negocios se va adaptando al gobierno de Kirchner, evitando la confrontación y buscando la misma frecuencia del discurso. Estado activo, inversión privada, priorizar lo social y después sus propios reclamos, como el de las tarifas.
Por Cledis Candelaresi
Amadeo Vázquez es el presidente de Telecom, pero no quiere hablar de temas específicos del mercado telefónico. Prefiere abordar las “cuestiones macro”, como los problemas derivados del piloto automático, la presión de las empresas que pretenden redactar planes económicos a su medida o que pugnan por un inmediato ajuste de tarifas. Ex directivo de los bancos Río y BBVA Francés, y actual vicepresidente de la regional Buenos Aires de la Fundación Mediterránea, Vázquez se confiesa seducido por un reciente discurso de Néstor Kirchner, en el cual el Presidente reivindicó una economía de mercado, pero con un Estado presente.
¿Qué es lo que más le preocupa de la coyuntura?
–Que se repita la Argentina pendular en la que se beneficie un sector en detrimento de otro. En los ‘90 se benefició al sector financiero y al de servicios en contra de la industria. Se hicieron muchas cosas bien, como las privatizaciones y la apertura de la economía. Pero otras no se hicieron o se hicieron mal.
¿Cuáles?
–Las reformas de segunda generación: no hubo convicción en el poder político para tener excelente educación, salud o Justicia. A partir de 1997 se cometió la tontería del piloto automático y la terquedad de mantener el tipo de cambio fijo.
¿Se tendría que haber devaluado antes?
–Lo que no debería haberse hecho es generar un Estado inservible.
¿Faltó decisión política o recursos?
–Recursos había, pero estaban pésimamente asignados. Para eso se necesita convicción. Sólo se privatizó y se abrió la economía sin hacer el resto. Cada vez que se destapa una olla, se encuentra corrupción en el lugar que fuere.
Pero las empresas que se beneficiaron con las políticas de la década pasada no hicieron entonces muchos reclamos en ese sentido.
–No es cierto. Yo estaba en la banca, como CEO del Banco Río, y en 1998 escribí una columna cuestionando el piloto automático y reclamando reformas que devolvieran competitividad a la industria. ¿Adónde fue el endeudamiento público desde 1997 en adelante? Al gasto público improductivo. Es fatal sumar a la terquedad incompetencia a la hora de abordar las reformas. Brasil devaluó y no colapsó ni violó contratos.
¿La responsabilidad es del Estado, que demanda fondos y paga tasas altas, o de los bancos que le prestan asumiendo el alto riesgo de una deuda impagable?
–Sería imperdonable eximir de culpa al Estado. No podemos ignorar la responsabilidad de los funcionarios, hombres que se pasean por todo el mundo dando conferencias.
¿A quién se está refiriendo?
–A nadie en particular: ministros de Economía y ministros del Interior que llamaban para pedir a los bancos que no les cerraran el crédito de las provincias. A ver si ahora vamos a pensar que Carlos Menem era una pobre viejecita viuda a la que los bancos engañaron. Es cierto que hay también un problema de autorregulación privada.
¿Cree razonable el planteo de las privatizadas para que se apliquen aumentos mayores a la industria, que reacomodó sus precios tras la devaluación o que exporta?
–No quiero hablar de tarifas porque no estoy de acuerdo con que el tema se maneje como parte de pujas políticas. Es un problema que se soluciona con el diseño de una política económica global, algo que debe hacer el Gobierno. Primero tiene que definir qué tipo de industria necesita, ver qué tipo de servicios públicos hace falta para ello y mirar los precios relativos de los países próximos que funcionan. ¿Cuánto cuesta la luz y el gas en Brasil o Chile? El día que asume un gobierno en el medio de un caossocial no puede pedírsele que priorice la recomposición tarifaria. La tarifa es un problema a resolver, pero no puede anteponérselo a otros. Hay que esperar la oportunidad.
¿Teme un proceso de renacionalización de empresas?
–Lo que yo sé es que deben coexistir los dos tipos de inversiones. No puede ser que haya empresarios nacionales que desinviertan y extranjeros que vayan controlando todas las áreas de la economía.
¿Existe una retirada del capital extranjero?
–Hay una oportunidad para que el sector privado nacional recupere protagonismo. Pero no porque haya huida del capital extranjero sino porque los locales son los primeros en ver las posibilidades de nuevos negocios.
¿Cuál cree que es la actitud del Presidente con respecto al empresariado?
–Creo que el Gobierno destaca los valores de un Estado presente, con políticas y regulaciones, pero con inversiones en manos del sector privado cumpliendo con los marcos regulatorios.