Dom 14.08.2005
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INFORME ESPECIAL: FUERTE CRECIMIENTO DE LAS IMPORTACIONES

Importa...

En el 2002, las compras externas se derrumbaron por la fuerte suba del dólar y la incertidumbre que generó la crisis. Cuando el mercado cambiario se estabilizó y la economía comenzó a crecer, los bienes importados aceleraron su recuperación. La polémica refiere a qué efectos en el corto y mediano plazo tiene el aumento de las importaciones sobre la estabilidad de la economía y qué tipo de productos se traen del exterior.

› Por Fernando Krakowiak


En el 2002, las importaciones se derrumbaron por la fuerte suba del dólar y la incertidumbre que generó la crisis. En el primer semestre de ese año cayeron un 63 por ciento. El “cierre” de las fronteras frenó el ingreso de los juguetes chinos, las zapatillas vietnamitas, los tejidos brasileños y evidenció la notable dependencia de bienes de capital e insumos importados que tenían la industria, el campo y las empresas de servicio público. Entonces comenzó un proceso de sustitución de importaciones. Sin embargo, cuando el dólar se estabilizó y la economía comenzó a crecer los bienes importados aceleraron su recuperación. En el primer semestre de este año crecieron 33 por ciento con relación al mismo período del año anterior y acumulan una suba de 204 por ciento en los últimos tres años. En el Gobierno afirman que, a diferencia de la década pasada, las importaciones contemplan un mayor porcentaje de bienes de capital e insumos que impulsan la reactivación de la industria y el agro. El dato es cierto, pero evidencia que la reconstrucción de la red local de proveedores en sectores clave aún es incipiente. Otra cuestión es que entre los supuestos bienes de capital se incluyen teléfonos celulares y computadoras, dos artículos de consumo durable que están a la cabeza del crecimiento de las importaciones. Además, los juguetes, calzados y productos textiles provenientes de China y Brasil continúan ganando mercado.

Celulares y computadoras

En el caso de la telefonía móvil la demanda parece no tener techo. La consultora Carrier y Asociados informó a Cash que en el primer semestre se importaron 4,5 millones de aparatos entre recambio de modelos y líneas nuevas. Para fin de año se espera llegar a los 10 millones, pues los pedidos aumentan para el Día de la Madre y las fiestas de fin de año. Casi todos los celulares son importados porque la producción local (básicamente ensamblado) no llega al 5 por ciento. En los primeros cinco meses del año, los celulares fueron los productos que más aportaron al crecimiento de las importaciones. Según datos de la consultora Abeceb.com, se trajeron aparatos por un monto de 266,1 millones de dólares (87,6 por ciento más que en el mismo período del año anterior).

La importación de computadoras también está en ascenso debido a la creciente demanda. Es difícil estimar el número de máquinas importadas porque apenas el 20 por ciento son equipos terminados de marcas reconocidas como IBM o HP. El resto son clones que se importan por partes y se ensamblan localmente. No obstante, la consultora Carrier estima que en el primer semestre se importaron 500 mil máquinas y a fin de año podrían llegar a 1,1 millón. Según datos de Abeceb.com, las distintas posiciones del nomenclador que contabilizan las importaciones de computadoras y sus partes sumaron 252,9 millones de dólares en los primeros cinco meses del año, 62 por ciento más que en el mismo período de 2004. En las estadísticas aparecen como bienes de capital, pero su inclusión en el rubro es cuestionable, pues si bien hay computadoras que aportan al desarrollo industrial, no se puede decir lo mismo de las que se utilizan, por ejemplo, para chatear o jugar al Play Station.

Juguetes

Los juguetes es otro de los sectores donde las importaciones se hacen notar. En el año 2001 las fábricas locales tenían el 15 por ciento del mercado. Luego de la devaluación, comenzaron a recuperarse hasta captar el 55 por ciento, pero ahora retrocedieron al 30 por ciento. Entre 2002 y 2004 las importaciones crecieron de 23,1 a 57,4 millones de dólares. Dentro de ese total, China concentra el 70 por ciento y sigue creciendo. En el primer semestre del año las importaciones del país asiático aumentaron un 65 ciento con relación al mismo período del año anterior. Los principales importadores son la trasnacional Mattel, McDonald’s (importa juguetes para sus promociones), Ferrero (importa para los huevos Kinder) y Ditoys (abastece a las sucursales de Mundo del Juguete). Sin embargo, quien le quitó el mayor porcentaje de mercado a la industria local en los últimos dos años es la extensa red de pequeños importadores. Los juguetes chinos se pueden encontrar en los locales de los shoppings, en las mesas de oferta del barrio de Once y hasta en el supermercado Coto donde se ofrecen muñecas y camioncitos chinos en vísperas del Día del Niño. Algunas mercaderías pagan un 23 por ciento de arancel y otras derechos específicos, pero los industriales reclaman una salvaguardia para regular la importación extrazona como aplica Brasil.

Textiles

En el 2001, el valor de las importaciones alcanzó los 813 millones de dólares. Un año después, como consecuencia de la devaluación y la crisis, las compras externas se redujeron a poco menos de 252 millones. En 2003, se recuperaron impulsadas por la reactivación hasta alcanzar los 604 millones y en los últimos 12 meses suman 831 millones de dólares. La cifra equivale a 236 mil toneladas para un mercado local que consume cerca de 340 mil toneladas anuales. Alejandro Sampayo, presidente de Federación Textil, aseguró a Cash que “es el mayor nivel de importación de la historia, superando incluso a la década del 90”, pero se produce en un escenario de mayor demanda que atenúa el impacto sobre los fabricantes locales. Las importaciones crecen en un contexto de caída internacional de precios provocado por la caducidad del Acuerdo de Textiles y Vestimentas que regulaba el comercio internacional. En tejidos de algodón el proveedor principal es Brasil y en productos sintéticos los países de Oriente que sólo pagan un 30 por ciento de arancel. En un informe de la Cepal presentado el año pasado se destaca que una de las debilidades del sector para competir es la falta de inversiones: “Salvo algún emprendimiento aislado, las inversiones significativas en el sector de manufacturas textiles se paralizaron a mediados de la década del 90”. El informe también destaca que la rápida recomposición de los márgenes de rentabilidad a partir del segundo semestre de 2002 dotó a una buena cantidad de empresarios de una posición de liquidez que les permitiría financiar un salto de inversión. Sin embargo, frente a la incertidumbre del escenario internacional muchos han preferido esperar o incluso, dice la Cepal, “la posición de holgura financiera alienta estrategias de importación”. Es decir, muchos empresarios se quejan de la importación al mismo tiempo que importan. Para revertir esta situación se necesitaría un mayor apoyo estatal y compromiso de inversión por parte de los empresarios.

Calzado

Luego de la devaluación, la importación de calzado se derrumbó de 24,6 a 3,5 millones de pares (86 por ciento), posibilitando una fuerte reactivación de la producción nacional, pero la competencia se recuperó rápido. En 2003 se importaron 13,3 millones de pares, el año pasado 18,9 millones y se espera que en 2005 superen los 20 millones. Actualmente, las importaciones representan el 26 por ciento del mercado. El 80 por ciento proviene de Brasil, pero en el primer semestre del año la reevaluación del real hizo que las importaciones del país vecino se mantuvieran constantes. Las que crecieron de manera acelerada son las provenientes de China que pasaron de 726 mil a 1,4 millón (101 por ciento). En algunos casos los precios de las importaciones son irrisorios. Las zapatillas Nike de última generación que se consiguen en las casas de deportes a 430 pesos pasan por la Aduana a sólo 15 dólares. Las botitas Fila con fondo de caucho a tres colores ingresan a 4 dólares y se venden por encima de los 100 pesos. Alberto Sellaro, presidente de la Cámara Argentina del Calzado, aseguró a Cash que “en esas condiciones es imposible competir porque los precios son bajísimos y encima tienen el valor agregado de una marca reconocida”. Actualmente las importaciones brasileñas ingresan sin arancel y las provenientes de China pagan sólo un 35 por ciento. Sin embargo, el Gobierno les prometió a los empresarios locales que a los calzados brasileños se les va a aplicar un cupo para que no superen los 12 millones de pares anuales (el año pasado llegaron a 15,3 millones) y, como publicó Página/12 el viernes pasado, la Aduana ha comenzado a fijar valores de referencia para evitar los precios insólitos con que ingresan las mercaderías provenientes de China.

Autopartes y maquinaria agrícola

La importación de autopartes es un dato positivo que confirma la reactivación de la industria automotriz, pero al mismo tiempo deja en evidencia la falta de integración local de los vehículos producidos en el país. En los primeros cinco meses del año la importación (registrada en la posición arancelaria 8708) alcanzó los 490 millones de dólares (44,4 por ciento de incremento). Cuando la industria se radicó en Argentina, los proveedores eran locales y las terminales llevaban adelante una fuerte transmisión de tecnología, pero esa situación se revirtió en la década del 90. Actualmente, las partes y accesorios de vehículos y carrocerías aparecen entre los rubros importados que más crecieron. Por lo general, las piezas de mayor valor que integran el automóvil como los motores y las cajas de cambio se importan. Saturnino Castaño, director del Instituto de Actualización Empresarial de Adimra, señaló a Cash que “incluso las terminales que dicen tener una planta de motores, lo que hacen es importar las partes y armarlo. Son plantas de montaje similares a las maquiladoras”.

El caso de la maquinaria agrícola es similar. La demanda de cosechadoras y tractores puso en evidencia la reactivación del campo, pero la oferta es dominada por transnacionales radicadas en Brasil como John Deere, Agco y Case New Holland. Pese a la recuperación de la maquinaria local, en 2004 las cosechadoras importadas se quedaron con el 79 por ciento del mercado y lo mismo ocurrió con los tractores. Además, se prevé que las importaciones de maquinaria se intensificarán debido a la caída de la rentabilidad del campo brasileño.

La importación no impacta como en la década del 90, pero aún continúa en niveles que son incompatibles con el fortalecimiento de las cadenas de valor locales y de los sectores de mano de obra intensiva. Su recuperación acelerada luego de la crisis evidencia, en algunos casos, la insuficiencia de las políticas sectoriales y la falta de compromiso empresario para apostar al desarrollo local. Además, al crecer más rápido que las exportaciones convoca al fantasma de la conocida y traumática crisis del sector externo.

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