Dom 22.06.2008
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FINANZAS > LA ESTRATEGIA DEL BANCO CENTRAL Y LA COTIZACION DEL DOLAR

Rumbo a los 3 pesos

En una semana de máxima tensión política, el mercado cambiario no registró alteraciones debido a la presencia del Banco Central, que inhibe los movimientos especulativos. Debate sobre el tipo de cambio.

› Por Pablo Simián

Contra todos los pronósticos, el mercado cambiario vivió una semana sin sobresaltos. Si bien la escalada del conflicto político que sacudió el feriado del lunes pasado instaló en los analistas la presunción de que volvería la presión sobre el tipo de cambio, el Banco Central continuó arrastrando el valor del dólar y lo ubicó en el precio más bajo de los últimos dos años: 3,06 pesos por unidad en el segmento minorista y 3,035 en el mayorista. Una postura vendedora de 80 millones de dólares en futuros, lanzada por esa institución el martes a primera hora, alcanzó para convencer a financistas y empresarios del mal negocio que harían si dolarizaban sus tenencias. A esta altura, incluso, la mayoría de los operadores sostiene que la divisa caerá hasta los 3 pesos hacia fines de este mes, como consecuencia de la estrategia seguida por el BC en los mercados a término, donde colocó contratos por debajo del valor de contado. En efecto, las posiciones de futuros para junio y julio cotizaron al cierre a 3,033 y 3,04 pesos, respectivamente.

Carlos Lizer, estratega cambiario de Puente Hermanos, expresó a Cash que “si todo sigue como hasta ahora, no es descabellado pensar en un dólar a 3 pesos. El precio depende del Central, que tiene margen para hacer lo que crea conveniente”. El comportamiento del público minorista, por su parte, siguió a contramano de la opinión de los expertos. Aun a riesgo de deteriorar su poder adquisitivo, los pequeños ahorristas continuaron con la costumbre de pintar de verde sus inversiones, como refugio frente a escenarios inciertos. Según Lizer “hubo una leve baja en la cantidad de compradores, pero la demanda de esa porción del mercado sigue siendo importante”.

Con una lógica similar, la mayoría de los grandes inversores dejó pasar de largo las jugosas tasas ofrecidas por los futuros bajo la par del BC, con la intención de no deshacer posiciones dolarizadas previamente y mantenerse así “a salvo” de las tensiones entre el campo y el Gobierno. Sus excedentes de liquidez, en tanto, terminaron colocados a plazo en moneda local debido a las tentadoras tasas de interés que ofrecieron los bancos, del 17 por ciento anual en el tramo mayorista. “El desarme de posiciones obedeció casi exclusivamente a cuestiones estacionales que originaron problemas de caja en algunas empresas, por los vencimientos tributarios y el pago de aguinaldo”, indicó el cambista Lizer.

Sin embargo, la autoridad monetaria no se quedó sola en la compleja tarea de deprimir el tipo de cambio. Al pisar la cotización del dolar futuro, el Central profundizó la tendencia a la baja del mercado spot por medio de las ventas de divisas de aquellos bancos que sí apostaron a lograr un diferencial de tasa por el reposicionamiento en contratos a término. La intervención del Central en el mercado cambiario conlleva un riesgo que está generando polémica entre los expertos. Desde la salida de la convertibilidad, el modelo económico se basó en un tipo de cambio competitivo que alentara las exportaciones y motorizara la industria, por lo que hay analistas que entienden que el peso debería devaluarse en el corto plazo –suba del tipo de cambio–. Por otro lado están aquellos que sostienen que aún queda margen para seguir bajando el precio del dólar, porque consideran que no afecta la competitividad de las empresas. Este razonamiento descansa en el valor del real, que ha tocado su máximo desde 1999 y se ubicó cerca de 1,60 por dólar. Así, la apreciación de la moneda de Brasil restablecería la ventaja comparativa de la industria local. Incluso, algunas versiones dejaron trascender que la cotización local podría caer hasta los 2,90 pesos por dólar.

Frente a las críticas que comenzaron a circular, el titular del BCRA, Martín Redrado, no demoró en defender la estrategia adoptada por la institución y expresó “el país aún no está preparado” para convivir con un régimen de flotación pura del tipo de cambio. Después de afirmar que por primera vez en décadas el Central tiene la capacidad de asegurar la estabilidad del sistema, Redrado se preguntó: “¿Estamos preparados para que el tipo de cambio fluctúe 30 o 40 por ciento en poco tiempo, como sucede en países vecinos?”. Quienes compraron dólares a 3,20 conocen bien la respuesta.

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