Domingo, 27 de julio de 2008 | Hoy
OPINIóN
Por Héctor Polino *
Los cooperativistas celebramos el primer sábado de julio el Día Internacional de la Cooperación, pero los festejos se extienden durante todo el mes. A pesar de la crisis, de las dificultades, de los retrocesos, el cooperativismo constituye en nuestro país el movimiento social más numeroso, que moviliza la mayor cantidad de recursos humanos, financieros y económicos conocidos. Si el movimiento solidario practicara convenientemente el principio de la integración, no solamente institucional sino económica, adquiriría una fuerza incontenible que le permitiría superar muchísimas dificultades actuales; potenciar sus recursos; aumentar la competitividad; generar nuevos empleos, y prestar bienes y servicios en mejores condiciones a sus asociados.
La secuencia natural de su desarrollo suele presentar primero una necesidad concreta, luego la constitución de la cooperativa para satisfacerla y más tarde se forma el cooperador. La educación cooperativa es fundamental en el proceso de transformación de los asociados en verdaderos cooperadores imbuidos de los valores, los principios, la doctrina y la filosofía de la cooperación. El desarrollo del cooperativismo escolar, plasmado en la nueva ley de educación, es una meta a cumplir para formar a las nuevas generaciones en la práctica de conceptos auténticamente humanistas, transformadores y democráticos.
El cooperativismo es la herramienta del desarrollo, del cambio, del progreso económico y social. Es la alternativa posible, y viable, al modelo conservador, populista, neoliberal que se consolidó en la década de los años ‘90, que resulta imprescindible desarmar y sustituir. Las entidades que componen el sector de la Economía Social tienen todas las ventajas del sector estatal y del sector capitalista, y ninguno de sus inconvenientes.
Tienen las ventajas del sector estatal porque sus acciones están presididas por el interés general y el bien común; tienen todas las ventajas del sector capitalista, porque cada asociado puede desarrollar libremente toda su voluntad, su imaginación, su inteligencia y su actividad creadora. No tienen las desventajas del sector estatal: la burocratización y la deshumanización. Muchas veces un funcionario público desde la Ciudad de Buenos Aires está dictando resoluciones que van a regir la vida de pueblos ubicados a centenares de kilómetros de distancia, desconociendo generalmente sus culturas, sus problemas, sus verdaderas necesidades.
No tienen las desventajas del sector capitalista guiado únicamente a la obtención del lucro, la especulación, la usura, la explotación de seres humanos, la depredación de los recursos naturales. Hoy, lo avanzado, lo progresista consiste en articular mecanismos que posibiliten a la sociedad transformarse a sí misma, desarrollando la autogestión.
El incremento de la capacidad de participación de los trabajadores, usuarios y consumidores a través de sus entidades sin fines de lucro permitirá la aparición de contrapoderes sociales en un mercado cada vez más controlado por grandes empresas multinacionales, donde la calidad de vida queda sometida a intereses lejanos e imperceptibles para el ciudadano. En esta perspectiva histórica de democratización de la economía, la cultura y la sociedad, las cooperativas se convierten en agentes activos del cambio social en libertad.
El proceso mundial globalizado, a pesar de la crisis, de las grandes contradicciones de las fuerzas sociales que pujan en su interior, indica la conveniencia de avanzar hacia una sociedad con rostro humano, construida por muchos que tienen poco, imbuidos de espíritu solidario, para reafirmar las aspiraciones más elevadas de una vida mejor.
La crisis ensancha la fe: en la cooperación, la solidaridad, la justicia social, la libertad. En este día de la cooperación, reafirmamos nuestra convicción: una nueva sociedad es posible. El cooperativismo es la esperanza de millones de argentinos. Trabajemos intensamente, generando una nueva mística, especialmente en la juventud, que tiene la ventaja de no estar contaminada con el pasado, y que solamente puede adquirir compromisos con el porvenir.
* Ex secretario de Acción Cooperativa de la Nación. Miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista.
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