Dom 05.10.2008
cash

LA CAIDA DE BANCOS RESTRINGE EL CREDITO

Impacto sobre la economía real

El millonario paquete de rescate al sistema bancario estadounidense no frenará el golpe sobre las empresas, que están viendo recortadas las líneas de préstamos.

› Por Jeremy Warner*

Hay una famosa deformación del viejo dicho “siempre está más oscuro antes que amanezca”, atribuido al ex líder chino Mao Zedong, que dice: “Siempre está más oscuro antes que se ponga completamente negro”. Desde George Bush hasta Warren Buffett, Henry Paulson y Ben Bernanke se unieron para advertir que sería el fin del mundo si fracasaba el plan de rescate, de manera que, ¿qué pasa ahora? Como siempre en la política estadounidense, nada termina hasta que termina y el voto de aprobación no es el final. La política localista entra ahora en la ecuación mientras se convence a los potenciales votantes oscilantes que cambien su posición. Sin embargo, la incertidumbre todavía persiste en el mundo.

Los márgenes de crédito están fuera de escala y el precio de asegurarse contra la cesación de pagos a través de los credit default swaps está aumentando, no sólo para los bancos sino también para las principales empresas industriales. Mientras, hasta los más imperturbables de los gerentes financieros están retirando su dinero de los bancos, vistos ahora como universalmente inseguros, e invirtiéndolo en bonos del Tesoro. Ya los bonos británicos y estadounidenses son considerados menos seguros que los de Alemania y Francia. Lo que hasta ahora ha sido una corrección relativamente medida del mercado de valores, se está convirtiendo en un crac total.

Antes del dramático voto del Congreso en la noche del lunes, estuve tentado de escribir que las nacionalizaciones eran el fondo, el último estertor de la crisis del crédito, y que de aquí en adelante las cosas mejoraban, por lo menos en los mercados financieros, si no en la economía real. Esto ahora parece mucho menos claro. El amanecer ha sido pospuesto nuevamente.

El peligro de una crisis del crédito siempre ha sido que la caída de la economía real comenzara a patear antes que el sistema bancario tuviera oportunidad de recuperarse de los traumas de una crisis de deuda de alto riesgo, y esto es lo que parece que está sucediendo. Peor: la contracción que están asumiendo los bancos en respuesta a la crisis del crédito añade sustancialmente a los problemas de la economía real. Según las cifras del Banco de Inglaterra, los bancos británicos redujeron sus préstamos a la economía de Estados Unidos en casi 600 millones de libras esterlinas durante los últimos seis meses antes de fines de agosto. Ese proceso se ha acelerado desde entonces. La contracción aparece ahora después de un largo período de sustancial crecimiento, de manera que los efectos de la privación se sentirán doblemente en la economía real.

Mientras la economía se derrumba, tanto en Estados Unidos como en Europa, una nueva serie de mala deuda aparecerá, provocando que se socave aún más la confianza en el sistema bancario. Tampoco ha sido tan brillante la respuesta política al intentar devolver la confianza en los bancos.

La decisión en Estados Unidos de permitir que Lehman Brothers quebrara fue claramente un error, provocando que 400 mil millones de liquidez salieran del sistema, aumentando así enormemente la magnitud del desafío financiero para los otros bancos. Al mismo tiempo hizo caer la confianza en el sistema bancario por el temor a cuáles serían los siguientes bancos que quebrarían. El resultado final es que el problema de solvencia se apiló sobre una existente crisis de liquidez. En realidad son imposibles de separar, con el temor de que los bancos puedan no tener suficiente capital para cubrir sus malas deudas, por lo que los bancos son más cautelosos para prestarse entre sí.

La nacionalización de los activos bancarios sin compensación para los tenedores de valores, que comenzó con Northern Rock y ahora se repite con Bradford & Bingley y reflejado en Estados Unidos a través de políticas de acción similares sobre sus instituciones financieras, tampoco ayudó. Los gerentes financieros y los banqueros que fueron convencidos por Financial Services Authority hace sólo unos pocos meses para que pusieran nuevos valores para recapitalizar a Bradford & Bingley, se encontraron completamente arruinados. Es improbable que obedezcan a los reguladores otra vez. De aquí en más será difícil persuadir al sector privado que recapitalice los bancos en la forma que es tan necesaria ahora.

Todo esto apoya la opinión de que, suceda lo que suceda con el rescate de los 700 mil millones de dólares, las cosas se pondrán más difíciles antes de mejorar. Lo que sea que suceda con los mercados financieros, el dolor real económico está por llegar. El rápido crecimiento del desempleo ya llegó. En cuanto a la crisis en los mercados financieros, es imposible predecir cómo resultará.

Por cierto, mucho tiene que suceder antes que podamos estar confiados en que las cosas están mejorando. Europa y Gran Bretaña deben comenzar rápidamente a recortar las tasas de interés. En Gran Bretaña, el especial esquema de liquidez debe ser reformado para que a los bancos les resulte más fácil y más rápido el acceso a su liquidez. Los arreglos de los “malos bancos”, semejantes a los propuestos por Estados Unidos, que permiten que los bancos vendan sus valores sin liquidez a los contribuyentes, pueden tener que establecerse en Europa. Lamentablemente puede haber necesidad de mucha más consolidación bancaria.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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