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Domingo, 14 de diciembre de 2008

INFORME ESPECIAL > RESERVAS Y CRISIS INTERNACIONAL

Fiebre amarilla

Los bancos centrales de las potencias europeas y asiáticas están incrementando el oro metálico en sus respectivas reservas monetarias. De esa forma constituyen una poderosa defensa contra una crisis global. En el caso de Argentina, el Banco Central ha elevado sus reservas de oro de 0,3 toneladas en 2003 a 54,7 toneladas en abril de 2008. Pero mientras los países centrales cuidan sus riquezas en oro, la totalidad del metal extraído en el país se exporta.

 Por Federico Bernal

La crisis económica internacional más profunda desde la Gran Depresión no condujo aún a la suspensión parcial o total de la exportación de oro por parte de ningún país, como sí lo hizo Estados Unidos en 1933. En aquella oportunidad, el gobierno de Roosevelt no sólo emitió la Orden Ejecutiva Nº 6073, prohibiendo la exportación del metálico, sino que meses después emitió la Nº 6260, mediante la cual obligaba a la población a entregar a la Secretaría del Tesoro –en un plazo no mayor a treinta días– todas sus pertenencias en oro, impidiéndole además adquirirlo y exportarlo so pena de graves penalizaciones. Dicha orden ejecutiva prosiguió hasta 1975. Pero que Estados Unidos no reitere hoy una medida de tales dimensiones no implica que no lo haga en el horizonte mediato; mucho menos que otros países OCDE indirectamente no hayan comenzado a hacerlo. En efecto, la debacle de los mercados financieros refuerza al oro como la piedra angular de la seguridad y sustentabilidad económica y financiera. Una vez más, emerge el oro como anclaje monetario del sistema económico-financiero internacional. El Financial Times describió la gravedad de la situación de la siguiente manera: “la lección que deberá aprenderse de este desastre es que el capitalismo de libre mercado bajo un régimen monetario unilateralista no genera la misma prosperidad sustentable que la generada por un verdadero capitalismo de libre mercado bajo un sistema monetario anclado al dólar. (...) El mundo no puede volver al patrón oro de la noche a la mañana (...) No obstante, ninguno de nosotros puede pensar que nada ha cambiado y que la economía global puede continuar funcionando bajo el patrón dólar”.

Guiados por igual razonamiento avanzan los bancos centrales de las potencias europeas y asiáticas. Y lo hacen preservando y/o incrementando el oro metálico en sus reservas monetarias. Por ejemplo y conforme los últimos reportes oficiales de estas instituciones –incluido el Banco Central Europeo, que no vende oro desde julio de 2008– se verifica una disminución significativa de sus ventas de oro en relación con años anteriores. Durante 2008, las ventas cayeron a los valores más bajos desde 1999, en una tendencia que se mantendrá a futuro, según el World Gold Council. El Banco Federal de Alemania (Bundesbank) –con las segundas reservas de oro, después de la Reserva Federal de Estados Unidos–- anticipó que no venderá oro en los próximos doce meses. En igual dirección se pronunció el Banco Nacional Suizo, que tampoco prevé ventas futuras del metálico. Por su parte, el Banco Central de China percibe como necesario diversificar los riesgos. Con apenas un 1 por ciento de sus reservas de divisas en oro, esa potencia emergente estudia septuplicar sus volúmenes del metálico de las actuales 600 toneladas a unas 4000, informó el Guangzhou Daily.

Asimismo y según informó una de las principales compañías europeas especializadas en servicios financieros y en estrategias de preservación de riquezas, Rusia y diversas naciones OPEP con enormes reservas y activos en dólares incrementarán el porcentaje de oro de sus reservas monetarias. El autor del informe y director de la compañía advierte que “los gobiernos que vendan su propio oro serán juzgados con dureza en los años venideros”, señala en ese reporte Gold and Silver Investments Limited.

Medidas por el estilo, destinadas a la preservación o incremento de oro en las reservas monetarias de los países OCDE, se están generalizando. ¿Qué expresa esta conducta? Los primeros pasos hacia el abandono del dólar como el principal medio de pago internacional y de formación de reservas del mundo. Por cierto, una conducta verificable no solo al nivel de las políticas monetarias oficiales, sino también entre inversores de tipo minorista (moneda, barras y lingotes adquiridos por la población), fundamentalmente de origen estadounidense y europeo, según precisa el World Gold Council. En suma, a través de su mercado minorista y/o de su banca oficial Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China comienzan a proteger su seguridad económica recurriendo al oro. Los Estados Unidos y la Unión Europea son los más grandes tenedores de oro del planeta, con el 65 por ciento del total disponible a nivel mundial.

El oro argentino

Si así proceden las naciones industrializadas, ¿qué respuesta les cabría a las naciones periféricas? Un año después de haber asumido Néstor Kirchner, el Banco Central tomó la estratégica decisión de incorporar 55 toneladas de oro a las reservas oficiales, las cuales se mantuvieron prácticamente invariables a la fecha. De esta manera, la Argentina cuenta con aproximadamente un 3,3 por ciento de sus reservas totales en oro metálico, ubicándose en el puesto 56º del ranking de las naciones con las mayores proporciones de oro en sus reservas monetarias y 2º latinoamericano detrás de Venezuela.

Si bien no existe un valor de referencia internacional, cuatro elementos concretos avalarían una diversificación de las reservas argentinas con la incorporación de oro metálico:

  1. El promedio mundial de oro como porcentaje de las reservas oficiales por país se sitúa en un 10,3 por ciento, con una tendencia a la suba.

  2. A pesar de tener una muy apropiada cantidad de oro en sus reservas (58,5 por ciento de las reservas totales de capital), los bancos centrales de la Eurozona han decidido congelar sus ventas futuras de oro.

  3. Como parte indisoluble de un plan anticrisis basado en el impulso masivo del consumo interno por sobre el incremento de las exportaciones y la devaluación del yuan, China se encuentra estudiando septuplicar sus reservas en oro metálico.

  4. Diversos analistas y medios especializados coinciden en señalar el principio del fin del dólar como patrón internacional, proyectando además una onza de oro a 2000 dólares para fines de 2009.

La experiencia pasada y la realidad internacional confirman que disponer de oro metálico en las reservas oficiales constituye una poderosa defensa contra una potencial devaluación de la divisa estándar, contra un brote inflacionario local, y sobre todo, contra un eventual cambio en el patrón monetario internacional. No existe en la actualidad ninguna moneda ni metal que como el oro cumpla esos roles. El Banco Central ha elevado sus reservas de oro de 0,3 toneladas en 2003 a 54,7 toneladas en abril de 2008. Ese nivel se ubica en un 60 por ciento por debajo de los máximos valores registrados en los últimos 12 años. Si bien no hay indicios de que el Banco Central venda su oro, la debilidad local se encuentra en que la totalidad del metal extraído en el país se exporta.

MINERIA AURIFERA EN LA ARGENTINA

Exportar seguridad económica

El país se convirtió en el “tercer mayor productor de oro del continente americano y el decimocuarto a nivel mundial”, con una producción a 2007 de 42 toneladas anuales. Así lo hizo saber el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, durante el evento Argentina Oro 2008 de noviembre pasado, y además ratificó la orientación exportadora del país en “las actuales situaciones externas” al buscar “desde el gobierno nacional promover el desarrollo de productos que son y serán fuertemente demandados, caso de los minerales como el oro”. Según datos de la Dirección Nacional de Minería, entre 2001 y 2005, la producción promedio nacional de oro (metal contenido) fue de 29.800 kilogramos anuales. No obstante, de los 27.900 kilogramos extraídos en 2005, la producción saltó a 44.131 kilogramos en 2006 y cayó a 42.021 el año pasado. Entre 2001 y 2007 la producción total de oro equivalió a unos 2600 millones de dólares a valores pesos de 1992. La producción aurífera nacional se distribuye geográficamente de la siguiente manera: Catamarca (46,5 por ciento), San Juan (35,0), Santa Cruz (17,3), Neuquén y La Rioja (0,3) y con origen no identificado (0,9 por ciento).

De la producción nacional total una proporción insignificante se destina al mercado interno (sector joyería). Casi todo se exporta. En 2007, la Argentina exportó minerales de oro (y sus concentrados) por 2.942.576 kilogramos a Chile y Alemania, y aleación dorada o bullón dorado por 115.890 kilogramos a Canadá y Suiza. Ahora bien, ¿por qué difieren los valores de producción con los de exportación?, y más importante aún, ¿por qué no se precisan ambas informaciones en “onzas de oro”, tal como las empresas mineras acostumbran a medir su producción? En realidad, sucede que el análisis cuantitativo y cualitativo del mineral extraído/exportado (análisis del concentrado) se realiza en laboratorios especializados de los países de destino (a partir de 2006 el INTI realiza pruebas paralelas como control de referencia). En función de los resultados de estos “tasadores” extranjeros se liquidan impuestos, regalías, nacionalización de divisas y retenciones a las exportaciones.

Si se suman las producciones promedio de los emprendimientos de la tabla adjunta –estén o no en operación– la Argentina estaría produciendo (exportando) para fines de 2009 un mínimo de 2.563.000 onzas de oro. Trasladado a su equivalente en dólares (a 829 dólares la onza troy, según el cierre del jueves pasado), el país se estará descapitalizando a razón de unos 2124 millones de dólares anuales. Una sangría en oro (y dólares) justamente en la peor crisis económico-financiera que se recuerde desde la década del ‘30, con el agravante de corroborarse, en el plano interno, las condiciones objetivas y subjetivas como para superar definitivamente el modelo agroexportador, y en el plano externo (regional), una etapa fundacional de la unidad monetaria y económica del Mercosur (y de Unasur), cuyo éxito dependerá en gran parte de la solidez económica y financiera de la Argentina.

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Imagen: AFP

Claves

Frente a la crisis internacional, los bancos centrales de las potencias europeas y asiáticas están incrementando el oro metálico en sus reservas monetarias.

Esta conducta expresa los primeros pasos hacia el abandono del dólar como el principal medio de pago internacional y de formación de reservas del mundo.

La experiencia pasada y la realidad internacional confirman que disponer de oro metálico en las reservas oficiales constituye una poderosa defensa contra una crisis global.

El Banco Central ha elevado sus reservas de oro de 0,3 toneladas en 2003 a 54,7 toneladas en abril de 2008.

Si bien no hay indicios de que el Banco Central venda su oro, la debilidad local se encuentra en que la totalidad del metal extraído en el país se exporta.

 
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  • Nota de tapa> INFORME ESPECIAL > Reservas y crisis internacional
    Fiebre amarilla
    INFORME ESPECIAL
    Reservas y crisis internacional
    Por Federico Bernal
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