Dom 25.01.2009
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FINANZAS > CANJE DE PRESTAMOS GARANTIZADOS

Cambio de figuritas

La aceptación a la oferta del Gobierno muestra la satisfacción del mercado con la mejora en los rendimientos y calidad de los papeles. Se aceptan tasas más altas por las dificultades para conseguir crédito.

› Por Cristian Carrillo

Al Gobierno le aceptaron cambiar figuritas. La Secretaría de Finanzas recibió de parte de los bancos tenedores de préstamos garantizados una amplia adhesión para canjearlos por nuevos instrumentos con vencimiento en cinco años. Las entidades hicieron llegar sus aprobaciones en respuesta a las “cartas compromiso” que recibieron con la firma del propio Hernán Lorenzino, secretario del área. La iniciativa oficial busca descomprimir los compromisos financieros de los próximos dos años, mientras que ofrece a los inversores desembarazarse de papeles atados a un poco creíble índice de precios (coeficiente de estabilización de referencia, CER). El anuncio formal lo hará a mediados de esta semana la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Si bien no existe fecha confirmada para la segunda parte, este recambio sería el preámbulo a la reapertura del canje de deuda para los holdouts que quedaron afuera en 2005. Sobre este último punto hay mayor reserva ya que sería un guiño a un sector al que suele apuntarse como el principal promotor de la debacle financiera local y mundial.

El viernes fue el último día para que respondieran. Las entidades con mayor volumen de este tipo de papeles eran el Nación, con más de 6000 millones de pesos; el Ciudad, con 2000 millones, y el Galicia, con 1300 millones. Es por eso que en el entorno oficial se jugaban desde el comienzo por un grado de aceptación alto. Los bancos y las compañías de seguro recibieron los préstamos garantizados a fines de 2001, bajo el gobierno de la Alianza. La intención es aliviar la carga de vencimientos de capital e intereses de este año, que llega a unos 10.000 millones de pesos en estos préstamos garantizados, mientras que el próximo ese compromiso asciende a 8750 millones.

La intención había sido anticipada en octubre del año pasado por Cristina Fernández. En ese entonces se anunció un tramo local e internacional para los préstamos garantizados y una reapertura del canje para los que no participaron de la operación en 2005. El recrudecimiento de la crisis financiera internacional demandó luego la postergación de sendos lanzamientos a la espera de otros rescates para la esfera real de la economía, más urgente. Pero la misma crisis, y su consecuente reducción de la liquidez, ahora obligan a retomar la idea que quedó a cargo de Finanzas, junto con el Banco Central.

Las entidades reconocen una mejora en las condiciones: se deshacen de un título ajustado por CER –o por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno– a cambio de un instrumento a tasa variable. Además, según coincidieron en responder a Cash los ejecutivos responsables de los principales bancos involucrados, se canjea sobre todo por papeles con buena recepción en el mercado. Por eso, los bancos están satisfechos con la operación del Gobierno, mientras que éste justifica aceptar una mayor carga de intereses a cambio de postergar vencimientos en un año difícil para obtener financiamiento.

Respecto a las características del nuevo título, se trata de un bono en pesos con vencimiento en 2014. La tasa de interés que pagará será la siguiente: para el primer año se estableció un rendimiento fijo de 15,4 por ciento, y desde el segundo será variable de acuerdo con la evolución de la Badlar más 2,75 por ciento. A valores actuales, esa última ecuación daría una tasa de 15,75 por ciento.

Otro incentivo para las entidades es que podrán mostrar en sus balances una mayor ganancia patrimonial por el nuevo instrumento. Esto se debe a que estarán autorizados a computar como ganancia la mitad del cupón (el 7,875 por ciento) que incrementa el capital de las entidades inflando las utilidades. Actualmente, las entidades, por disposición del Central, no podían computar como utilidad el incremento por inflación.

Mientras Lorenzino negocia con los bancos y aseguradoras locales, el consorcio conformado por el Citi –si no desaparece antes–, Deutsche y Barclays sigue interactuando con los bonistas para encontrar una propuesta que satisfaga a ambas partes. De esta manera, el país logrará el tan arengado ingreso a los mercados internacionales, paradójicamente ahora que el mundo se dio cuenta de que es mejor irse. Por lo pronto sólo hay fecha para el canje de préstamos garantizados y el alto grado de aceptación podría ser un termómetro para la reapertura del canje.

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