La incertidumbre que caracteriza el actual contexto obliga a los inversores a diseñar estrategias sofisticadas para obtener rentabilidad sobre sus activos. Las empresas, por su parte, también recurren a herramientas alternativas de financiamiento debido a que los bancos se resisten a volcar su liquidez en la economía real. Las obligaciones negociables están respondiendo a ambas necesidades. El congelamiento crediticio introdujo a grandes compañías a focalizar sus esfuerzos en este tipo de colocaciones. Si bien el mercado se presenta con mayor predisposición para adquirir papeles privados, la Anses es el agente que actualmente absorbe el grueso de las emisiones. Durante 2009 la administración que conduce Amado Boudou participó en colocaciones primarias por 1600 millones de pesos.

Las entidades que recuperaron su stock de liquidez –incluso por encima de su media histórica– no lo destinan a préstamos productivos y la posibilidad de reactivar el ciclo económico se complica. Desde la administración de la seguridad social se realizaron depósitos direccionados a crédito al consumo y la inversión. Ahora comenzó a jugar fuerte en la adquisición de Obligaciones Negociables (ON) para acercar recursos a las empresas. En el primer cuatrimestre del año la incorporación de ON a la cartera heredada de las AFJP se incrementó en casi un 20 por ciento.

Las ON son títulos valores representativos de deuda a corto, mediano o largo plazo, que posibilitan el financiamiento empresario. Pueden ser emitidas por sociedades por acciones, cooperativas y asociaciones civiles constituidas en el país y por sucursales de firmas del extranjero. Su tenedor tiene derecho a cobrar intereses y capital, a diferencia de las acciones que otorgan además participación sobre la empresa. La Anses ya colocó fondos en Syngenta, Juan Minetti, Emgasud, Central Termoeléctrica Belgrano y Timbués, Emgasud II, AySA, Edenor, Mercedes Benz y Ovoprot. Todas las emisiones presentan un rendimiento promedio superior al 14 por ciento, con excepción de AySA a quien se prestó por menos del 10 por ciento. Tiene en cartera 46 series de obligaciones negociables. La última intervención fue en el ala financiera de la automotriz Mercedes-Benz, con la adquisición 30 millones de pesos, que servirán para que la compañía financie al público la compra de vehículos de carga de la marca.

Con el empujón de las compras oficiales el interés por las ON se ha acrecentado. En lo que va del año estas emisiones le ganaron una pulseada a los fideicomisos financieros. El monto emitido de obligaciones negociables subió 271 por ciento interanual en el primer cuatrimestre del año, mientras que a través de fideicomisos financieros y de emisiones Pymes disminuyó 8 y 16 por ciento, respectivamente. De todas maneras, el 85,2 por ciento del financiamiento de las grandes empresas se canalizó a través de fideicomisos, contra el 14,8 por ciento de ON, según el último informe del Instituto Argentino de Mercado de Capitales.

La emisión de ON también se aplica para refinanciar deuda. Por ese motivo, el IAMC publicó un cronograma de vencimientos. El 2010 aparece como el año más complejo, con vencimientos totales por 1958 millones de dólares en ON, mientras que para éste se estimaron en 850 millones. En tanto para el período 2011-2014 los desembolsos totales son de 1263 millones de dólares. “Considerando los diferentes sectores económicos, Petróleo y Gas, Energía Eléctrica y Actividades Financieras, Bursátiles y Seguros representan el 65 por ciento de los vencimientos totales de este año”, destaca el instituto.