Dom 06.09.2009
cash

PROTECCIóN FRENTE A LAS IMPORTACIONES

Línea de defensa

Desde las grandes potencias hasta países en desarrollo como Brasil, México e India, los gobiernos resguardan sus sectores productivos de las importaciones. Esa política se vio reforzada por los saldos exportables que dejó la crisis internacional. En Argentina, esa estrategia está orientada especialmente a cuidar a los sectores “sensibles”. La protección evitaría compras por 2200 millones de dólares en el año.

Por Roberto Navarro

La crisis internacional generó abundantes saldos exportables en las principales economías del mundo. China, por ejemplo, redujo sus ventas a Estados Unidos en 530 mil millones de dólares en el último año. Los stocks excedentes por la recesión global provocaron una caída de los precios internacionales. Frente a ese panorama, esos países salieron a capturar mercados vulnerables para colocar esos saldos a precios por debajo de los costos de producción. Para enfrentar esa situación, la mayoría de los países tomaron medidas para prevenirse de esa invasión. Por caso, India, Ecuador, Ucrania, Turquía y Vietnam implementaron fuertes subas de los aranceles de importación. Brasil, China e India, entre otros, aumentaron la implementación de medidas antidumping. Argentina incrementó la cantidad de sectores que requieren licencias no automáticas para importar. En los veinte rubros elegidos para proteger la producción y el empleo nacional derivó en una reducción promedio de las importaciones del 56 por ciento en lo que va del año. Los analistas defensores de la apertura indiscriminada al estilo de la década del noventa están presionando al Gobierno para terminar con un sistema que, según fuentes del Ministerio de la Producción, resguarda el empleo de casi 600 mil trabajadores.

Los defensores del libre mercado aseguran que el resguardo de la industria nacional mediante medidas arancelarias o paraarancelarias reduce el nivel de la producción y sube los precios locales por falta de competencia. Para los economistas heterodoxos la apertura total de las importaciones fue una de las principales razones de la destrucción de buena parte del aparato productivo nacional y de la suba del desempleo en la década pasada. La ministra Débora Giorgi aseguró a Cash que “para que las restricciones a la importación no resulten un perjuicio para los consumidores locales, la cartera de producción puso como condición a los sectores protegidos que mantengan el abastecimiento, los precios y el nivel de empleo en sus niveles del año pasado”.

Casi la mitad de las importaciones pasan por el filtro de las licencias automáticas, un trámite que dura entre dos y cinco días y que sirve para asegurarse de que se trate de operaciones registradas de manera transparente. Así se evita la subfacturación y la evasión. En cambio, existen 20 sectores sensibles de la economía que operan bajo licencias no automáticas. En este caso, ante cada pedido de importación se realiza una investigación que dura aproximadamente tres meses. Además de verificar la transparencia de la operación, se investiga si la compra se realizó a precios internacionales promedio. Salvo en los casos de importadores que trabajen de manera irregular, el resto de las licencias son aprobadas en los tiempos preestablecidos. Pero si se detectan operaciones a precios por debajo de los costos de producción, se dispara una medida antidumping. Se trata de cobrar un derecho de importación que lleve el precio de la compra a los valores de mercado. Es decir que las licencias no son una restricción generalizada a las importaciones, sino una forma de resguardar a la producción local del ataque de la competencia desleal. Por otra parte, esta herramienta de política comercial se enmarca en las reglas de la Organización Mundial de Comercio.

Los principales países del mundo están tomando medidas para salvaguardar su industria.

  • Estados Unidos y Japón pusieron en vigencia leyes de “Compre nacional”.

  • Indonesia reglamentó las licencias no automáticas, impuso normas técnicas para el ingreso de importaciones y un registro especial de inscripción para los importadores.

  • Brasil, China, India y Turquía, entre otros, aumentaron fuertemente la cantidad de medidas antidumping.

  • India, Ecuador, Ucrania, Vietnam y Turquía aumentaron los aranceles de importación, en algunos casos hasta un ciento por ciento.

Brasil presentó quejas a la Cancillería argentina por el trabajo del Ministerio de la Producción. Sin embargo, según la ministra Giorgi “el país vecino está trabajando con licencias no automáticas sobre 4500 productos, entre ellos muchos que llegan desde Argentina. La cartera de Producción sólo impuso licencias no automáticas a 350 productos, de veinte sectores que producen en 17 provincias”. A la vez Brasil mantiene un sistema histórico de medidas paraarancelarias, como la de exigir determinadas normas técnicas a los bienes importados, que dejan fuera de mercado a muchos productos nacionales.

En 2008 el país abrió dieciocho trámites antidumping, que terminaron en la instrumentación de derechos de importación. Este año ya abrió dieciséis, de los que diez son sobre productos chinos. Pero hay veinte trámites más listos para iniciarse y sesenta en proceso de análisis. Históricamente, los países que más utilizan este instrumento para cuidar sus mercados del ingreso de importaciones desleales son Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, entre los países desarrollados. Y Brasil, México e India, entre los subdesarrollados. En la actualidad, el país que más medidas antidumping está implementando es China.

“Los sectores elegidos para ser resguardados se seleccionaron tomando en cuenta su fuerte sensibilidad al ingreso de importaciones a bajo precio y por ser mano de obra intensiva. El objetivo es cuidar el empleo y la producción”, señaló la ministra Giorgi a Cash. Los principales sectores con licencias son calzados, artículos del hogar, juguetes, textil, hilados y tejidos, neumáticos de bicicleta y vehículos, productos metalúrgicos, autopartes y motos. Los textiles son los que más productos protegidos tienen: en total, 106 rubros. Luego viene hilados y tejidos con 53. Los 20 sectores elegidos representan el 7 por ciento de las importaciones totales del año pasado, que representan en total 4039 millones de dólares. La reducción promedio por la implementación de las licencias es del 56 por ciento. Por lo que puede estimarse que durante el año en curso el sistema de licencias no automáticas podría disminuir importaciones por 2200 millones de dólares. Monto que ilustra que la medida no apunta a mejorar el saldo comercial del país, sino a resguardar a los sectores en peligro.

El lobby de los importadores se hizo escuchar en las últimas semanas alertando sobre faltantes en los comercios de productos electrónicos. La ministra Giorgi aseguró a Cash que ella misma recorrió varios comercios del ramo y no encontró tal problema y que se comunicó con las principales cadenas comerciales del país que le señalaron que no registran la falta de esos productos. Cash consultó a las tres cadenas de electrodomésticos más importantes del país y afirmaron que no están teniendo problemas de abastecimiento. Diego Santiesteban, presidente de la Cámara de Importadores, señaló a Cash que “no está en desacuerdo con cuidar a los sectores sensibles de la industria, pero que en el listado de productos con licencias existen muchos que no se fabrican en el país” (ver aparte).

El ejemplo de economías desarrolladas, como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, revela que un comercio internacional inteligente significa permitir el ingreso de competencia importada sin descuidar a los sectores más sensibles y a los de mano de obra intensiva y cerrar el camino a la competencia desleal.

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