“Están faltando productos en el mercado. Los problemas están concentrados en la administración del régimen de licencias. Al multiplicarse la cantidad de productos, se ha producido un cuello de botella en la administración de las licencias. El trámite pasa por varias áreas, que tienen una disponibilidad de recursos humanos limitada. Un equipo de 15 personas no es suficiente. La subsecretaria está haciendo un esfuerzo importante, pero no es suficiente. El retardo genera una incertidumbre que sube costos logísticos. Hay productos de temporada, como los del Día del Niño o de la Madre, que cuando sale la licencia ya pasó la fecha. Se pierden oportunidades. Esto es lo que preocupa a los importadores. Este tipo de norma la usan otros países. Brasil la tiene y yo nunca he escuchado quejas; sin duda lo hacen mejor. Acá se tomó el sistema como un preventivo general. Hay productos como algunos neumáticos, tornillos para industrias específicas, instrumental médico y otros, que no se fabrican en el país. ¿Para qué se los traba? La cámara está tratando de trabajar con el ministerio para revisar los productos alcanzados, dónde hay posibilidad de daño concreto y dónde no. Por estos problemas están faltando planchas, batidoras, hornos microondas, lavarropas y heladeras.”

Presidente de la Camara de Importadores