PROPUESTA
Es necesario hacer un análisis de las razones que llevan a las pequeñas y medianas empresas a la evasión:
1. Estamos convencidos de que los impuestos son el precio que se debe pagar para vivir en una sociedad ordenada, más allá de qué opinemos sobre la buena o mala utilización de los mismos.
2. Los principales acusados del déficit fiscal parecen ser los pequeños comerciantes, cuentapropistas, trabajadores autónomos; cuando es muy claro que los que eluden el pago de los impuestos son quienes regularmente facturan, pero con artilugios contables, siempre legales y casi siempre inmorales, que les permiten evadir fortunas.
3. Nada se dice del costo de la legalidad. Es muy oneroso estar en la economía formal y muy difícil reingresar en la misma una vez que se cayó del sistema.
4. Tampoco se muestra por parte de los organismos recaudadores un verdadero interés en que las personas ingresen en el mercado formal. Herramientas como la Ley del Contribuyente Eventual, que no obliga a pagar siempre aunque no se facture nada porque permite al contribuyente comprar facturas por adelantado en caso de necesitarlas, están congeladas a la espera de una reglamentación que no llegará.
5. Se apela al castigo en lugar de impulsar la conciencia social mediante leyes que alienten a producir primero y a pagar después, como es el caso de la Ley de Tolerancia Fiscal Transitoria que exceptuaría por un tiempo a los micro emprendedores que se inician en una actividad, hasta que logren consolidar su negocio.
En definitiva, la legislación fiscal otra vez se mueve como una apretada malla para atrapar micro y pequeños emprendedores y un colador gigante por donde se escabullen los grandes evasores, en lugar de alentar a la tan golpeada pequeña y mediana producción, esa que con certeza paliará el desempleo, activará los mercados y, por ende, mejorará la recaudación.

Leo Socolovsky
Presidente de la Asociación Civil
Paraguas Club