Por Eduardo Garcia*

Más allá de las consideraciones que se puedan hacer sobre la posibilidad de desarrollar una política al margen de un acuerdo con el FMI, si se lee con atención el contenido del último compromiso firmado por el Gobierno con dicho organismo, podemos concluir en que se ratifica absolutamente que todas las condiciones planteadas por el Fondo van en contra de los intereses de la mayoría de la población.
Y es al amparo de una de esas condiciones que se está pergeñando un nuevo capítulo de la gran estafa nacional a favor del sistema financiero, que inaugurara José Martínez de Hoz, en 1977, con la liberación de las tasas de interés, institucionalizando así la usura en el país.
Desde aquel entonces se ha quedado a merced de la lógica del capital financiero, una lógica cortoplacista, depredadora y perversa que, entre otras cosas, ha llevado el aparato productivo hasta el abismo y a miles de familias que se encuentran endeudadas y viven en la angustia permanente frente a la posibilidad de perder sus viviendas.
Las expresiones políticas mayoritarias se han inmolado al someterse al servicio de dicha lógica en un viaje sin retorno. Es por ello que a pesar de haber pasado por alternativas políticas muy diversas, desde 1976 hasta la fecha, hay una continuidad en lo económico, que es la razón de que se esté cosechando la destrucción de lo que se ha sembrado por más de 27 años. Y que hoy, a pesar de ello, se sigue sembrando más de lo mismo.
Sí más y peor aún, porque se sigue depredando en medio de la catástrofe. Es así que en el pico de la crisis, durante los primeros meses de 2002, el gobierno de Duhalde para rescatar a los bancos, les otorgó redescuentos (o sea créditos) por un valor que a mayo del año pasado, ascendía a los 17.400 millones de pesos, cifra que equivale a cinco años de implementación del Plan Jefes y Jefas de Familia.
Pero no fue suficiente, el punto 29 del último acuerdo firmado con el FMI, dispone que “se crearán mecanismos acordados para compensar a los bancos por los efectos adversos de la indexación asimétrica de sus activos y pasivos y de los amparos sobre sus balances”. O sea, se subsidiará a los bancos por el desastre que han provocado en el país. Se discute el monto de esa compensación. Lo que no se ha dicho es que como parte de esta negociación se está discutiendo un mecanismo para la devolución de la deuda por redescuentos.

* Diputado nacional. Bloque Partido Socialista