Por Alejandro Bercovich

Marco Aurelio García es el primer consultor de Lula en materia de relaciones internacionales y ahora figura como asesor presidencial. Fue el enviado para mediar en Venezuela luego de los intentos golpistas contra Hugo Chávez, y goza de la plena confianza del presidente petista. De visita en Buenos Aires, García admitió ante Cash que “una parte del empresariado” tiene afianzada “una conciencia y un proyecto nacionales” que permiten articular la alianza con el ala de izquierda del PT.
¿Qué medidas de las que están llevando adelante cree que no se corresponden con la plataforma que llevó a Lula al poder?
–Va a haber una transición que no tiene plazos, pero que esperamos que sea lo más corta posible, en la cual estamos todavía utilizando herramientas de política económica que no son las nuestras, pero que son importantes para mantener la economía en una situación de salud.
¿Cuáles son esas herramientas? ¿Las de saneamiento fiscal?
–No, las políticas de saneamiento fiscal son nuestras, por supuesto. Pero por ejemplo no nos gusta aumentar la tasa de interés o hacer recortes en el presupuesto para garantizar un superávit primario.
¿Cómo sobrellevó el PT en la gestión el hecho de haber llevado un empresario como José Alençar a la vicepresidencia?
–Nosotros elegimos un blanco fundamental que es el desarrollo y la justicia social, y en eso estamos todos metidos, gran parte de los empresarios y todos los trabajadores. Creo que hubo una conciencia de que hacíamos eso o íbamos hacia una crisis de grandes proporciones en el país.
¿Qué diferencia hay entre los empresarios brasileños y los argentinos? ¿Por qué allá pueden integrarse a un proyecto como el del PT?
–Una parte de los empresarios, por los menos, tiene un sentimiento y un proyecto nacional. No sólo la industria manufacturera sino también algunos sectores de punta, como los electrónicos, que fueron los que primero nos apoyaron. Eso no significa que no existan contradicciones.
¿A qué apunta la propuesta de unificar planes sociales? ¿Puede haber una legislación laboral para el Mercosur?
–En lo social estamos intercambiando experiencias y se está avanzando mucho. En lo laboral deberíamos avanzar también, por lo menos en algunas garantías comunes. Es muy difícil hacer una uniformidad cuando nosotros en Brasil estamos rediscutiendo nuestra legislación laboral.
¿Cuál es la diferencia entre los planteos hacia el Mercosur que hacen el ALCA y la Unión Europea?
–Son dos proyectos muy distintos. La UE es un proyecto de construcción de un espacio económico y político, y el ALCA es sólo una zona de libre comercio, donde además las propuestas de Estados Unidos no son para nada generosas con el Mercosur.
Lula se opuso al ALCA antes de ser presidente ¿qué pasó después?
–No es que Lula se haya opuesto al ALCA, sólo dijo que le gustaría que tuviera una cara más semejante a la de la UE.