QUE PIENSAN LOS FINANCISTAS DEL EXTERIOR
Memoria frágil
Con tradicionales prejuicios de hombres de las finanzas, el inglés Jerome Booth, que maneja un importante fondo de inversión, analiza el nuevo gobierno.
Cash en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo
Desde Londres
Jerome Booth es director de Investigaciones del Ashmore Investment Managment, un fondo especializado en deuda de mercados emergentes que mueve más de 3000 millones de dólares. Cash lo entrevistó en abril del año pasado cuando el país estaba al borde del infierno. En ese entonces, manifestó que no aconsejaba inversiones en Argentina. Hoy abre un compás de espera. “No aconsejaría a mis clientes comprar deuda soberana argentina porque está sobrevaluada. Sí, deuda corporativa. Hay además un problema adicional: Argentina tiene que cambiar su estructura fiscal para que sea aconsejable invertir o prestarle al país”, dijo Booth a Cash.
¿Cómo evalúa estas primeras semanas de gobierno de Néstor Kirch-ner?
–Políticamente me pareció que la reestructuración de las Fuerzas Armadas fue innecesaria porque abrió un frente de conflicto que no era prioritario. Me parece bien la reestructuración de las fuerzas policiales y de la Corte Suprema. Ambas iniciativas tienen riesgos, pero es imprescindible una reforma institucional. Económicamente, todavía no se sabe demasiado, salvo que hay un plan aún no demasiado claro de fuerte inversión estatal en infraestructura. Espero que el modelo a seguir no sea Santa Cruz, donde el gasto estatal desplazó a la inversión privada. Néstor Kirchner es un peronista, que para mí quiere decir alguien dispuesto a cambiar las reglas de juego, incluso las de propiedad. Por lo tanto, no puedo arriesgar el dinero de mis clientes aconsejándoles Argentina. Pero habrá que ver. Acepto que los primeros pasos en lo institucional van en la dirección correcta. En lo económico, creo que todo va a depender de que se haga la reforma fiscal que necesita el país para no caer otra vez en el despilfarro de las provincias.
Usted hizo esta misma evaluación el año pasado. Sin embargo hoy la mayoría de las provincias ha mejorado sustancialmente sus cuentas gracias al crecimiento económico, no al ajuste fiscal.
–Pero no se está pagando la deuda.
El problema, entonces, es la deuda, no el gasto fiscal.
–El problema es que la estructura fiscal argentina favorece el despilfarro de recursos de las provincias. En este momento no ocurre porque se está todavía saliendo de una crisis enorme, pero apenas se vea un crecimiento sostenido se va a volver al mismo despilfarro anterior de las castas gobernantes provinciales y el gobierno central no podrá hacer nada por evitarlo. Es decir, en cinco años podemos encontrarnos ante una nueva crisis como la actual. Además, la recuperación económica es muy frágil. No se olvide que la situación del sistema financiero sigue siendo incierta y mientras no se arregle, el crecimiento económico no será sostenible.
¿Cómo solucionaría los problemas del sector financiero?
–Es necesario que se resuelva el rojo de las cuentas de los bancos y que se arregle el tema de la pesificación para que las instituciones bancarias puedan funcionar. Es cierto que los bancos tenían tasas de interés astronómicas que dificultaban mucho el despegue de las pequeñas y medianas empresas y que por lo tanto no cumplían con una de su funciones esenciales, pero no podemos aislar a los bancos de una economía que hace mucho que no funciona.
¿Cómo cree que evolucionará la deuda externa argentina?
–La deuda soberana está extremadamente sobrevaluada. Una vez que el país cumpla con sus compromisos con los organismos multilaterales como el FMI, Banco Mundial y BID, le va a quedar muy poco para los acreedores privados. Pienso que una quita de un 70 u 80 por ciento de esta deuda es casi inevitable y esto no está reflejado en el valor actual de la deuda soberana. Por supuesto, desde el punto de vista argentino se podría decir: ¿por qué no repudiar toda la deuda y empezar de cero? Mientras no sesolucionen los otros problemas que tiene el país incluso esta salida extrema de la crisis va a ser un espejismo.
¿Cómo ve, entonces, el panorama futuro?
–Soy escéptico. Ha habido muchos falsos comienzos en la Argentina. Creo que es posible aplicar una política moderadamente expansiva, renegociar con el FMI y reformar la estructura fiscal. El actual sistema no funciona. ¿Es Néstor Kirchner el hombre que podrá hacer estas reformas? No lo sé. Espero que sí.