Dios, Patria, López Murphy
Por Julio Nudler
Para qué queremos ganar? Queremos ganar en última instancia la opinión en la República si encontramos los oídos receptivos para darle a la Argentina un gobierno”, explicó de manera diáfana Ricardo López Murphy en una reciente reunión cerrada, convocada en el Hotel Crillón, para lanzar su proyecto político y estructurar sus grupos técnicos. Prometió allí reformarlo todo desde la raíz, con la única excepción de Marcelo Bielsa y “el equipo de fútbol”, según dijo. “Sólo con convicciones que nos penetren las vísceras –ilustró– vamos a poder llevar adelante el esfuerzo que tenemos que llevar.”
Según su definición, “la crisis que tenemos es el producto de un desembozado populismo”, expresado en un insostenible crecimiento del gasto. RLM calificó de “alternativa traumatizante” el peligro de que “la coalición populista pueda seguir haciendo de las suyas y, aún más estremecedora, la alternativa de la extrema izquierda, que sobre la crisis construya un fogonazo”. Descendiendo a un nivel casero, señaló que “como aquí todos somos muy cuidadosos con el dinero, esperamos ahorrar plata. Vamos a gastar menos en cartas que lo que es habitual en la política”, reiterando el relevante papel asignado a los e–mails en la construcción de su red cívica.
De introducir a López Murphy se encargó Manuel Solanet, quien comandará los grupos de trabajo y exaltó a “nuestra querida Patria”, resaltando como armas un “gran fervor y confianza en Dios”. RLM también mencionó a la Patria: “No vamos a dejar destruirla –afirmó–. Para llevar a la Argentina a un camino de sombras van a tener que pasar sobre nosotros, y no les va a ser fácil”. No aclaró a quiénes se refería. Y aseguró que el por él encabezado no es un proyecto personal: “... Nuestra idea de la fuerza que tenemos que constituir no es la de las películas (de los años ‘60) que aprovechaban a un cantor famoso”. ¿Una crítica a Palito Ortega?
“Que nadie se haga ilusiones –expresó–. Este movimiento va a decir la verdad, cueste lo que cueste, le moleste a quien le moleste... Dios me dé la lucidez.”