FINANZAS › LAS ENTIDADES CRITICAN LA POLITICA DEL BANCO CENTRAL
Las tasas, por el piso
Los banqueros apuntan a Prat Gay por su política de tasas bajas. Sostienen que el titular del BC tiene esa estrategia para ganar lugar en el Gobierno, pero así complica la capitalización del sistema.
Por Claudio Zlotnik
Algunos banqueros lo observan con recelo. Sospechan que algunas decisiones que parten de la autoridad monetaria cargan con un trasfondo político. Alfonso Prat Gay quedó en el centro de las miradas de los financistas, en especial de los representantes de las entidades extranjeras. Este grupo dejó de considerarlo como un par –Prat Gay hizo carrera en el estadounidense JP Morgan– porque están convencidos de que el jefe del Central tiene serias aspiraciones políticas. “Quiere ser ministro de Economía”, le reprochan.
La crítica de los financistas está cargada de intencionalidad: le objetan a Prat Gay jugar en contra de una rápida normalización del sistema. Concretamente, le critican que está sobreexagerando la baja de las tasas de interés para ganar espacios alrededor de Néstor Kirchner.
En el centro de la escena quedaron las Lebac, cuyo stock asciende a 11 mil millones de pesos, y que mayormente está en poder de los bancos. La caída de sus rendimientos fue constante: la tasa de las Lebac a tres meses se encuentra en torno al 1,6 por ciento anual. Y en las Letras a un año, en el 7,7 por ciento. Para el Central, el objetivo de esta tendencia es la reaparición del crédito, algo necesario para consolidar el crecimiento económico.
Pero los banqueros hacen otro análisis. Si bien admiten que el costo del dinero debe ser lo más barato posible, objetan dos puntos:
n Prat Gay sobreactuó la baja de los rendimientos de las Lebac, que a su vez disminuyó las tasas pasivas, y ya se encuentran por debajo del 3 por ciento anual. La consecuencia de este movimiento fue un amesetamiento de los plazos fijos. En enero, los depósitos del sector privado por montos inferiores al millón de pesos descendieron en 450 millones. En su último informe monetario, el Banco Central admitió que ese retroceso fue culpa de la caída de las tasas. No obstante, esta pérdida fue compensada por las colocaciones de los inversores institucionales (AFJP, Fondos Comunes de Inversión), que elevaron su exposición en 530 millones. En forma simultánea, las colocaciones a la vista no paran de crecer. Suman 28.900 millones de pesos, y en el último mes se expandieron en 1300 millones.
n La decisión de la baja de las tasas, según los financistas, obedecería a una doble intención de Prat Gay. Por un lado, arbitrar en el mercado del dólar futuro: manteniendo a raya esa cotización se propiciarían las inversiones y el endeudamiento. Por el otro, mostrarse como un banquero central exitoso ante el poder político.
En su menú de advertencias, los financistas alegan que la tendencia creciente de las cuentas a la vista encierra el peligro de una súbita corrida hacia el dólar. Un argumento que no sería difícil de contrarrestar, dadas las limitaciones existentes en el mercado cambiario.
Lo cierto es que los financistas presionan a Prat Gay para favorecer la capitalización de los bancos con fondos públicos. Es por eso que reclaman una suba de las tasas de las Lebac. Ponen como ejemplo lo hecho por George Bush (padre) en 1990, cuando permitió a las entidades financieras comprar títulos públicos con rendimientos del 6 al 8 por ciento anual, mientras los plazos fijos no superaban el 2.
Los banqueros, que entre bambalinas se quejan del poco diálogo que tienen con Prat Gay, parecen dispuestos a jugarle una pulseada al presidente del Banco Central.