FINANZAS › LA CITY SE ACOMODO RAPIDO A LA NUEVA CUPULA DEL BANCO CENTRAL
Los banqueros festejaron
Prat Gay no era de la simpatía de los banqueros, porque había puesto límites a sus reclamos. Ahora están ansiosos de empezar a influir en el Central, como estaban acostumbrados, con un presidente más “político”.
Por Claudio Zlotnik
A los financistas no les desagradó la partida de Alfonso Prat Gay: el ex titular del Banco Central les había propuesto una relación distante. O por lo menos más fría de la que ellos hubieran querido y estaban acostumbrados. A pesar de su pasado en el JP Morgan, en la city nunca terminaron de apreciar al ex banquero como uno del mismo equipo. Ahora, a pocas horas del repentino cambio, los financistas tratan de digerir la novedad. Y, en ese marco, el primer gran interrogante refiere al tipo de cambio que acompañará la gestión de Martín Redrado.
Los bancos internacionales se apuraron a calificar a Redrado como “un economista politizado”. A través de los urgentes informes que desplegaron apenas se conoció la noticia, desde Wall Street recordaron las épocas del denominado Golden Boy, pero también su zigzagueante carrera, que le permitió ocupar puestos clave en las administraciones Menem, Duhalde y Kirchner.
Pero más allá de su pasado, en el microcentro estarán atentos a los primeros pasos de Redrado. Nadie aguarda cambios bruscos en un primer momento. Pero todas las miradas están puestas en lo que determinará sobre el inflation targeting: la promocionada estrategia de política monetaria lanzada por Prat Gay. La respuesta a esta cuestión técnica definirá, nada menos, el futuro del tipo de cambio.
La dupla Alfonso Prat Gay-Pedro Lacoste centró su gestión en la puesta a punto del inflation targeting, un modelo que fija la meta de inflación por sobre las demás variables de la economía. De esta manera, la pauta monetaria debía alinearse con la evolución de los precios. Fue por ese motivo que Prat Gay calificó despectivamente a Néstor Kirchner cuando, a comienzos de su mandato, el jefe de Estado se pronunció a favor de un dólar a 3 pesos.
La convicción de la ex cúpula del BCRA fue calificada de ortodoxa por los economistas cercanos a Roberto Lavagna. Desde el entorno del ministro prefieren a una autoridad monetaria en un rol más jugado a favor de un tipo de cambio alto y tomando medidas que aceleren el otorgamiento de créditos.
No significa que, por el momento, la paridad no acompañara las necesidades del Gobierno. De hecho, Prat Gay hizo lo que pudo por mantener el dólar lo más cerca posible de los 3 pesos. En todo caso, las dudas se planteaban para más adelante. ¿Acaso el ex hombre del Morgan, celoso de la independencia del Banco Central, hubiese sido permeable a las recomendaciones del ministro de Economía o del Presidente?
Prat Gay imaginó un Banco Central independiente del poder político y que tome distancia de la voracidad de los banqueros. No caben dudas sobre las ventajas de esta última cuestión. En todo caso, la pregunta sería si la institución que determina el rumbo económico junto al Ministerio de Economía puede operar sin estar en sintonía con éste.
El cambio en el BCRA puso en guardia a los inversores. No porque intuyan inminentes turbulencias en el mercado. Los 18.200 millones de dólares de reservas y el ingreso asegurado del superávit comercial aventan cualquier posibilidad de una corrida. No obstante, en la city sospechan que existen grandes posibilidades de que el ingreso de Redrado al Central implique una política monetaria más agresiva, que permita tener un tipo de cambio que no caiga en términos reales.