FINANZAS › EL BANCO CENTRAL ESTUDIA MEDIDAS DE CONTROL DE CAPITALES
Jaula para golondrinas
En Economía y en el BCRA están atentos al movimiento de capitales. Piensan que, con la salida del default, es probable un fuerte ingreso de fondos. Para evitar una burbuja aplicarían restricciones.
› Por Claudio Zlotnik
Los funcionarios se encargan de aclarar que no hay urgencias. Que no ven peligros en el corto plazo. Pero, a la vez, reconocen que están muy atentos a lo que ocurre y que siguen con atención los movimientos de todos los días. Las operaciones en el mercado cambiario mantienen ocupados a funcionarios de Economía y del Banco Central. Mantienen una línea abierta para intercambiar impresiones. Y en distintas oficinas de la autoridad monetaria ya están elaborando medidas para frenar a los capitales especulativos y mantener al dólar lo más alto posible.
En el Palacio de Hacienda y en el Central coinciden en que el ingreso de fondos desde el exterior se acelerará en forma notable en los próximos meses. A principios del año próximo, calculan, estará sellado el acuerdo con los acreedores. La salida del default, estiman, se convertirá en el disparador inversiones. Dinero que vendrá de argentinos que sacaron sus ahorros antes de la explosión de la crisis y de fondos internacionales que sólo pueden destinar capitales de sus clientes a países con economías normalizadas. Se trata de fondos agresivos que buscan rentas mayores a las que obtienen en mercados desarrollados.
De acuerdo a los últimos registros de Economía, durante el mes pasado se contabilizaron ingresos netos de 110 millones de dólares que se destinaron a la adquisición de activos financieros. Y la estimación para octubre duplica ese monto. Los funcionarios creen que el escenario no es riesgoso. Recuerdan que a principios de año, cuando se endurecieron los controles a los capitales golondrinas imponiéndoles una estadía mínima de seis meses, la entrada de divisas era de unos 200 millones diarios. Diez veces más que en la actualidad.
A diferencia de aquel momento, en el cual los financistas aprovecharon una cuestión puntual, esta vez el ingreso de billetes verdes se vincularía a un hecho estructural, como lo es la salida del default. Y que por eso sería necesario endurecer las condiciones, evalúan en Economía. Los técnicos del Central preparan distintas medidas, que serían aplicadas en caso de que se verifique ese escenario.
Entre ellas figura la extensión de los controles a los capitales de los residentes argentinos, ya que hasta ahora sólo involucran a los extranjeros. También se analiza elevar el plazo de permanencia obligatoria de los fondos. La mira está puesta en el modelo chileno: allí se aplican fuertes castigos a la salida de capitales antes de tiempo. Cuando entran a Chile, los inversores tienen la obligación de inmovilizar una parte en los bancos y si se van antes pierden ese encaje.
En Economía creen que la imposición de estas nuevas reglas será inevitable. Cerca de Roberto Lavagna analizan que los mercados financieros operan como si en ellos existiesen convenciones. Los funcionarios saben que cuando en la city existe el consenso sobre el precio futuro de los activos, esa presunción tiende a autoconfirmarse. Es por eso que ahora prevén una carrera para comprar acciones, bonos e incluso inmuebles. Ante este panorama se apuran los preparativos. Ni en Economía ni en el Central quieren que se infle una burbuja financiera que, con su explosión, termine perjudicando a la economía.
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