Hace quince días fue Acindar y una semana después siguió Alpargatas. El pase de manos de empresas y la intención de los nuevos dueños de concentrar su poder en las compañías alteraron el mercado accionario. En ese contexto, en el recinto se potenció la ola de versiones sobre futuras ventas. El rumor más fuerte da cuenta de la posible venta del Banco Patagonia al brasileño Itaú. En la lista también figuran operaciones con Celulosa, Carboclor y Aluar.

La característica en común de esas firmas es el buen momento por el que atraviesan y la potencialidad a futuro. Tanto el negocio financiero, el sector papelero, el del aluminio, como la industria química y petroquímica contabilizan rentabilidades históricas. Algunas empresas se vuelven muy atractivas para grupos extranjeros, más aun cuando las compañías locales están baratas en términos relativos por el actual tipo de cambio.

El anuncio del conglomerado anglo-indio ArcelorMittal de quedarse con Acindar potenció al resto de los papeles accionarios del sector industrial. Esta última semana, la oferta de Alpargatas a los accionistas minoristas recalentó el mercado, a pesar de que el precio ofrecido por Camargo Correa dejó insatisfechos a los inversores.

La papelera Celulosa se convirtió en un foco de atención para los inversores. Muy atrás en la historia quedó su adquisición por parte del Citibank. En 1989, ese banco estadounidense se había quedado con la compañía canjeándola por bonos de la deuda externa argentina que tenía en su poder. Lo que pareció un negocio redondo para el Citi quedó como uno exitoso en la parte financiera, pero pésimo en los resultados productivos. Nunca lograron apuntalar la compañía y fueron desprendiéndose paulatinamente de algunas de sus plantas productoras. Recién lograron venderla en el año 2000 al grupo uruguayo Fanapel. El Citi no cobró un centavo por la operación, ya que se conformó con cancelar los pasivos de Celulosa. Fanapel acaba de transferir la compañía al Grupo Tapebicuá, que tiene sedes en las provincias de Corrientes y Tierra del Fuego. La operación se cerró en 45 millones de dólares. El año pasado la compañía ganó 23,2 millones de pesos. Un 12,6 por ciento de Celulosa tiene oferta pública, y el rumor en la plaza es que el flamante grupo controlante hará una oferta por esas acciones.

Respecto del Banco Patagonia, la familia propietaria, Stuart Milne, acaba de colocar parte del capital de la entidad en oferta pública. En total, un 23,33 por ciento del paquete accionario flota en el mercado. La versión, que suena muy fuerte entre los operadores, indica que el Itaú quiere el ciento por ciento del Patagonia. No sería la primera vez que los brasileños compran en la Argentina: ya habían absorbido al Banco del Buen Ayre. A fines del año pasado, el Itaú había anunciado que tenía planeado incrementar sus negocios en la Argentina.

En tanto, con la compañía Carboclor, desde hace cuatro años y medio esta productora de químicos y agroquímicos se encuentra controlada por Ancsol, una filial de la uruguaya Ancap. Un 25,74 por ciento del paquete está en manos de accionistas minoritarios. En el segundo trimestre del año registró una ganancia neta de 5 millones de pesos, prácticamente el doble que en el mismo período de 2006. En medio de las versiones de compra, el precio del papel subió 31 por ciento en dos meses.

Aluar es otra de las que está envuelta en rumores de venta. El mercado del aluminio, como el de otros de materias primas, se está concentrando y hay versiones de una inminente venta a un grupo extranjero. Un 29,1 por ciento del paquete accionario de Aluar se ofrece en la Bolsa. El dueño de la compañía es la familia Madanes Quintanilla.

Fuente: BCRA