La salida de depósitos en dólares del sistema bancario, uno de los signos de la última corrida cambiaria, terminó en diciembre. En la segunda quincena los bancos privados registraron un saldo neto positivo de 200 millones de dólares, informaron en el Banco Central. Luego de ganar la pulseada al establishment financiero, en el BC aseguran que estaban convencidos de que esos depósitos regresarían al sistema. La presidenta de la autoridad monetaria, Mercedes Marcó del Pont, explicó a Cash que el ritmo de recomposición de esas colocaciones se irá acelerando porque “muchos de esos dólares fueron al colchón”.

La dolarización de cartera fue un rasgo característico durante todo el año pasado. A diferencia de las dos corridas anteriores (2008 y 2009), en ésta no hubo una marcada salida de la cuenta capital, relacionada con la fuga de capitales, sino que se trató de un cambio de portafolio de ahorristas, con compra de billetes para su atesoramiento. Las medidas dispuestas por el Central y la AFIP para que el demandante de divisas deba demostrar su capacidad patrimonial provocó una fuerte caída en el monto de compra de billetes. “En el segmento en moneda extranjera, los depósitos experimentaron una suba gradual durante los primeros tres trimestres del año que fue parcialmente revertida en el cuarto trimestre, en el que registró una caída de 16,1 por ciento”, se precisa en el último informe de seguimiento del Programa Monetario que difundió esta semana el Central.

“Al término del trimestre los depósitos en moneda extranjera del sector privado habían revertido la tendencia decreciente, al registrar aumentos durante las últimas semanas de 2011”, se asegura. Las últimas dos semanas evidenciaron ingreso de depósitos por 42 y 163 millones de dólares, respectivamente. “Los bancos extranjeros nos informaron que terminó la corrida hace un par de semanas”, aseguró Marcó del Pont. Una vez que concluyó la pulseada, la incertidumbre generada en los ahorristas respecto de la salud del sistema bancario quedó sin asidero y aquellos que no utilizaron los dólares los retornan a los bancos en depósitos, ya que aún la predilección por el billete verde sigue intacta, a pesar de ser una alternativa desventajosa para obtener un rendimiento que le gane a la inflación.

De todos modos, aun persisten tasas de interés elevadas, aplicadas por los bancos para retener depósitos. “Las políticas implementadas en los últimos años destinadas a evitar el descalce de monedas mantuvieron un bajo grado de dolarización de los depósitos y préstamos de las entidades financieras”, resalta el estudio. Los depósitos en dólares representan apenas el 2 por ciento del total del sistema. Este dato basta para desestimar las cadenas de mail que alertaron sobre un nuevo corralito.

La corrida tampoco tuvo efectos significativos sobre las reservas. Los bancos tienen la obligación de inmovilizar en el Central el 20 por ciento de los depósitos en dólares como reaseguro para sus clientes, además del remanente que no presten en esa moneda. Este último requisito se flexibilizó para atender la demanda de ahorristas. “No nos afectó poner a disposición esos volúmenes porque no afectaban el stock de reservas genuinas, aquellas que provienen de la compra de dólares al sector exportador”, detalló la titular del BC. Desde mediados de noviembre el Central acumuló compras netas diarias que promediaron los 100 millones de dólares

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