Finaliza un 2012 con mucha volatilidad externa en el mercado financiero, y cambios profundos en el funcionamiento del local. El gobierno prohibió la compra de moneda extranjera para atesoramiento, obligó a los bancos a prestar a las empresas para inversión, estatizó YPF y modificó la Carta Orgánica del Banco Central y la ley que regula al mercado de capitales. Cada una de esas iniciativas influyó en las cotizaciones de acciones y títulos públicos. En la plaza cambiaria irrumpió el dólar ilegal con un valor treinta por ciento por encima del oficial. El BC aceleró el ritmo de ajuste del tipo de cambio al terminar con una suba de la paridad del 13,9 por ciento, duplicando el de 2011. Sin embargo, el atesoramiento de dólares no fue negocio en comparación con la inversión en acciones que culminó con un a mejora de hasta 63 por ciento o en cupones vinculados con el PIB con un alza de 77 por ciento.

En la actividad minorista el billete finalizó a 4,92 pesos. El rendimiento de un plazo fijo ofreció hasta 16 por ciento anual. Los títulos públicos fueron los más favorecidos por compras especulativas sobre series en dólares con el objetivo de cobrar los vencimientos en esa divisa. El promedio de bonos muestra a partir del 5 de julio último, fecha en que el Central prohíbe la compra de moneda extranjera, el inicio de un alza que se extenderá hasta fin de año. El Instituto Argentino de Mercado de Capitales estimó que la serie de bonos con vencimientos cercanos y denominados en dólares finalizó con un alza anual de 57,9 por ciento (38,4 en dólares), en pesos subieron 21,1 por ciento (6,2), mientras que los de plazos más largos ganaron 54,8 por ciento (35,7) para las emisiones en dólares y un 24,1 (8,7) los títulos en pesos. El promedio general fue una suba de 36,7 por ciento o 19,8 medido en dólares. El título con la mayor alza en el precio fue la Unidad Vinculada con el PIB en euros, que registró una suba del 77 por ciento, medido en pesos. El segundo y tercer lugar del ranking correspondieron a dos títulos emitidos por la provincia de Buenos Aires: el Bono Par a largo plazo en dólares y mediano plazo, con subas de 61,3 y 58,9 por ciento, respectivamente.

Estos rendimientos se lograron pese a que ambos papeles sufrieron –por situaciones distintas– los embates de inversores frente a escenarios de incertidumbre. En el caso del Cupón PBI, el litigio entre la Argentina y los fondos buitre amenazó el normal pago de los vencimientos. En tanto, los bonos provinciales recibieron el castigo de que algunas emisiones en dólares bajo legislación local fueran pesificadas (Chaco, Tucumán y Formosa) al no poder acceder al mercado de cambio para adquirir divisas. Las acciones líderes mantuvieron un primer trimestre volátil. Después de que el Gobierno anuncia la intervención de YPF y el 16 de abril se conoce el proyecto de ley de expropiación de la petrolera, el Merval llega a perder un tercio de su valor. El indicador se mantuvo en un rango de 2100 a 2500 puntos hasta el 28 de noviembre, cuando la Cámara de Apelaciones de Nueva York dejó en suspenso un fallo del juez Thomas Griesa para que la Argentina les pague a fondos buitre en efectivo la totalidad de los 1340 millones de dólares que reclaman. En ese recorrido sobresalieron los papeles del sector financiero.

De las diez acciones más negociadas se destacaron los papeles de la siderúrgica Tenaris, con una mejora del 63 por ciento, escoltados por los del Grupo Financiero Galicia (56,7) y Banco Francés (39,6), mientras que la peor performance fue para Pampa Energía e YPF, con bajas de 49,7 y 38,5 por ciento, respectivamente. No obstante, en el caso de YPF debe destacarse que en diciembre exhibió una notable recuperación del 31,6 por ciento, siendo la acción del panel estrella de ese mes

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