FINANZAS › LOS FINANCISTAS PREFIEREN A LOPEZ MURPHY O MENEM
La city, con voto cantado
Las preferencias políticas, traducidas a negocios, de banqueros ycorredores de Bolsa son muy evidentes. Se ilusionan con volver a la bonanza –para ellos– de los ‘90. Expectativas por las elecciones.
Por Claudio Zlotnik
En muchos bancos y casas de cambio fue un viernes distinto. Cuando ya había caído la tarde y junto con las computadoras se apagaron los negocios, los financistas se formulaban la pregunta del millón. Esa cuestión que recién empezará a definirse esta noche. ¿El resultado de hoy respetará la secuencia que marca el abecedario? ¿Saldrá primero la K (Kirchner) seguido por la L (López Murphy) y después la M (Menem)? ¿O será al revés, quedando afuera el santacruceño de la segunda vuelta? De acuerdo a quiénes se anoten para la compulsa del 18 de mayo, los financistas se imaginan distintos escenarios. La mira está puesta en el modelo de país que empiece a dibujarse a partir de la fiesta patria del 25.
Ya se conocen las preferencias de los inversores. En el imaginario, un ballottage protagonizado por López Murphy y Menem (un resultado irrespetuoso del abecedario) los dejaría a las puertas de reeditar los años 90, en los cuales el sector financiero resultó un claro beneficiario de las políticas de Estado. Este fue el panorama que los operadores tuvieron en la cabeza durante buena parte de la semana que pasó.
En la city creen que un triunfo de alguno de sus candidatos predilectos abriría las puertas al escenario con el cual se regodeó Domingo Cavallo en marzo de 2001, cuando descartó –erróneamente– que su designación alcanzaría para revertir la crisis. Esta vez, afirman banqueros y operadores, existen las condiciones para que se inicie un boom bursátil. Alcanzaría con ver a Menem o al ex radical calzándose la banda presidencial. Un espejo de lo sucedido, justamente, en los albores de la década pasada, con un índice MerVal en 900 puntos, medido en dólares. Una muestra de lo que pasaría con Menem o López Murphy en la Casa Rosada, se ilusionan en el microcentro, ocurrió la semana pasada. Si ambos candidatos cumplen con su palabra de evitar quitas de la deuda, quedarían buenos motivos para pensar en una revitalizada escalada de los títulos públicos. Está claro que el ajuste que esquiven los acreedores tendrá que hacerlo el resto de la población.
La llegada de Kirchner al ballottage junto con uno de los candidatos pro mercado inauguraría una impasse en los negocios. Nadie en la city se atreve a predecir un dólar más alto del actual. Tampoco que se frene el ingreso de fondos que desde hace más de un año duermen debajo de los colchones. El escenario imaginado por los corredores refiere a que si Kirchner tiene posibilidades habrá que pensar en una especie de barajar y dar de nuevo. Desde el mundo de los negocios financieros, un camino desprovisto de magia. Más bien se trataría de pulsar la realidad económica de todos los días.