La escalada del dólar paralelo forzada por algunos grupos financieros concentrados reduce el análisis sobre la política económica oficial al movimiento de ese mercado especulativo. Economistas del establishment justifican los precios de esa reducida plaza informal como evidencia de una supuesta pérdida de competitividad. Para contrarrestar esa posición, en los últimos dos meses se aceleró el ritmo de devaluación desde el desembarco de Juan Carlos Fábrega en el Banco Central. También se ofreció cobertura a exportadoras de cereales y aceiteras para estimular la liquidación de divisas y se autorizaron mecanismos alternativos para hacerse de dólares en el circuito legal. Pese a todas las medidas para revertir la expectativa devaluacionista, la pulseada de estos grupos concentrados contra el Gobierno en la arena del mercado cambiario elevó 12 por ciento el denominado blue, hasta rozar los doce pesos.

La política oficial para recomponer reservas está focalizada en el ingreso de divisas de los exportadores de granos, estrategia con riesgo de exponerse a especulaciones del sector. El Banco Central limitó el financiamiento local a esos exportadores para que tomaran crédito en el exterior en moneda extranjera y liquiden sus divisas en el país. Las cerealeras y aceiteras no respondieron como esperaba Fábrega, que buscó seducirlas, por ahora sin mucha respuesta. Desde principio de año los exportadores pueden vender dólares y recibir a cambio una letra en pesos a seis meses ajustada por el tipo de cambio y a una tasa de 3,65 por ciento anual. Esta medida fue criticada porque implicaba un beneficio extraordinario para el sector. “Tan buen negocio no ofrecimos, como decían”, señala una alta fuente del organismo. Hasta el momento ingresaron por esa vía apenas 300 millones de dólares.

La cámara que agrupa a exportadoras de granos y aceiteras reiteró a través de un comunicado de prensa que su compromiso con el Gobierno del 1º al 15 de enero era por 545 millones de dólares, sobre un total de 1820 millones. Colaboradores de Fábrega sostienen en cambio que no hubo una promesa por parte de las exportadoras. En tanto, en las primeras semanas del año se reinició la escalada en el precio del billete verde en el atomizado mercado paralelo. El equipo económico decidió flexibilizar la compra de moneda extranjera: las autorizaciones de la AFIP para viajes se incrementaron y las sociedades de Bolsa fueron habilitadas a ofrecer una operatoria bursátil para conseguir dólares para atesoramiento.

El volumen de negocios por ese canal creció muy fuerte luego de la luz verde dada por Economía y los entes reguladores. Esa operatoria se había frenado por un compromiso de palabra con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Esa transacción consiste en la compra de un bono en pesos y su liquidación en dólares. A diferencia del denominado contado con liqui, el dólar-Bolsa se transfiere por el sistema de Medios de Pagos Electrónicos (MEP) a una caja de ahorro en el país. El contado con liqui se paga en el exterior. El dólar MEP conlleva el registro de las divisas en la cuenta del titular de la operación, lo que permite hacer un seguimiento del dinero para evitar que se dirija al circuito ilegal. Por este canal se opera a diario el equivalente a un promedio 15-20 millones de pesos. La intención oficial es que el precio del dólar- Bolsa desestimule las compras ilegales en cuevas, dado que el valor implícito por operar en MEP es menor (de uno a dos pesos por debajo del blue).

El mayor ritmo de devaluación del peso y los acuerdos de precios cuidados evalúan corredores que alienan la búsqueda de instrumentos que se ajusten por la cotización oficial del dólar que, por primera vez, podría ganarle a la inflación. Para ello hay un menú también para hacerse de dólares en la Bolsa, como la compra de bonos del Estado nacional y provincias nominados en dólares o que se actualicen por el tipo de cambio, denominados dollar-linked. También hay empresas que ofrecen esa alternativa, principalmente exportadoras de commodities: Molinos, YPF, Cresud, Arcor y Pan American Energy; y financieras relacionadas con automotrices: Toyota Financial Services, Rombo (Renault), Fiat Crédito, Mercedes-Benz Financiera y GPAT Cía.

Las alternativas de inversión para aprovechar los movimientos del valor del dólar son variadas, tanto para exportadores como para pequeños ahorristas.

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