El informe cambiario del Banco Central con el balance del año pasado permite entender el diagnóstico del equipo económico que motivó las medidas aplicadas durante el último trimestre. La fascinación argentina hacia el dólar, que es aprovechada por especuladores para pulsearle al Gobierno, agrava una situación coyuntural de restricción externa consecuencia de un débil proceso de sustitución de importaciones. El balance cambiario del Central fue deficitario, con una fuerte caída en el stock de reservas. Los datos duros que ofrece el informe elaborado por el organismo que conduce Juan Carlos Fábrega evidencian un fuerte incremento en los gastos por turismo en el exterior, una liquidación de exportaciones inferior a la potencial, la concentración del negocio cambiario en bancos extranjeros y aumento en la importación de energía y autopartes.

Las operaciones en el mercado cambiario entre las entidades financieras autorizadas con sus clientes finalizaron el año pasado con un déficit de 8497 millones de dólares, que se contrastan al superávit de 8250 millones de 2012. Esa diferencia se explica por la caída en los ingresos por comercio exterior, que pasó de cerrar con un superávit de unos 14.700 millones de dólares en el 2012 a 1800 millones el año pasado, debido a una baja en los ingresos de los principales sectores exportadores (en especial, oleaginosos y cereales, petróleo y minería) como por el aumento de la demanda de los grandes importadores (industria automotriz y energía). También incidió en el deterioro registrado en el año, la demanda bruta de divisas por turismo y viajes y pasajes que alcanzó un record de unos 10.300 millones de dólares.

El ingreso por exportaciones alcanzó el año pasado los 75.250 millones de dólares, un descenso de 7 por ciento respecto del año anterior. Las liquidaciones del sector exportador de oleaginosos, aceites y cereales sumaron 26.979 millones de dólares, 13 por ciento menos que en 2012, “pese a que la producción de granos de la campaña 2012/13 registró un record histórico estimado en 106 millones de toneladas y que los precios registraron niveles históricamente elevados”, señala el documento. Este comportamiento se reflejó en el stock de anticipos y prefinanciaciones de exportaciones del sector, con una reducción de 2040 millones de dólares, un 41 por ciento del stock a diciembre de 2012. Durante 2013 se agravó por las preferencias de financiamiento del sector, que implicó una sustitución parcial del crédito en moneda extranjera (disminuyó 45 por ciento) por préstamos en moneda local (aumentó 21 por ciento).

Para acelerar la liquidación de ese sector, el Central diseñó una letra ajustable por el tipo de cambio devengando una tasa de 3,65 por ciento anual. Sin embargo, los exportadores no liquidaron el excedente hasta el mes pasado, luego de que el Gobierno realizara una fuerte devaluación del peso. También se limitó el acceso al crédito en pesos en bancos locales para los grandes exportadores.

Los pagos de importaciones totalizaron el record de 73.505 millones de dólares, un crecimiento interanual del 11 por ciento. “Este valor implicó que la relación entre los pagos realizados a través del mercado de cambios y oficializaciones de importaciones realizadas en el mismo período se situara en 104 por ciento (las importaciones FOB del período rondaron los 71.000 millones)”, explica el Central. Este punto da cuenta de la reacción de los importadores que adelantaron la compra de divisas para ganarle la carrera a la devaluación del peso.

Por último, en los últimos dos años hubo varias medidas para desestimular el compra de dólares para atesoramiento, hasta que el 27 de enero se flexibilizó el acceso a divisas. La proliferación de cuevas no sólo canaliza la venta de dólares ilegales, sino que absorbe el potencial ingreso de divisas de turistas extranjeros. El año pasado las compras brutas de divisas para viajes de argentinos al exterior fueron por alrededor de 10.300 millones de dólares, mientras que los ingresos de turistas extranjeros en el país cayeron un 39 por ciento interanual, hasta unos 1600 millones

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