¿El kilo de yerba mate a 5,20 pesos? Probablemente muchos economistas, por esas cuestiones de las división social del trabajo, desconozcan que este valor está como mínimo un 30 por ciento por encima de su actual precio minorista. Sin embargo, éste es el valor que pretenden algunos de los sectores que integran la cadena yerbatera. La suba se sumaría a una similar producida durante 2004, cuando según los datos del Indice de Precios al Consumidor del Indec, el paquete de yerba de medio kilo aumentó el 33,5 por ciento. En el primer trimestre de 2005, la disparada se frenó, aunque acumuló un aumento del 2,4 por ciento. En tanto, el Estimador Mensual Industrial mostró que durante 2004 la producción de yerba mate elaborada, la principal infusión del país, apenas creció el 0,9 por ciento.

Desde el sector empresario explican que el precio había quedado muy retrasado como resultado de tres factores combinados; la devaluación, la caída de la demanda interna y la sobreoferta. La potente suba de 2004, entonces, sería el resultado de un “reacomodamiento natural”. Desde las cámaras del sector brindan algunas razones más. Como siempre que se trata de precios de base agraria, el clima es uno de los principales componentes explicativos. Las principales zonas productoras, las provincias de Corrientes y Misiones, llevan dos años consecutivos de sequía, dato simple que afectó la oferta de materias primas.

A la vez, la recuperación de la economía presionó fuertemente sobre la demanda. La ley de hierro del mercado no podía traducirse más que en los aumentos registrados, sostienen. Con la recuperación del mercado interno, la industria demanda más de lo que los productores primarios ofrecen, completan. Un elemento a tener en cuenta es que, a diferencia de la carne y lácteos, aquí el mercado externo no es preponderante en la fijación de precios. Pero aunque el dato sea poco conocido, la yerba mate se exporta en buena cantidad. En 2004 las ventas al exterior fueron el 11 por ciento de las totales. El principal comprador fue Siria y, en menor medida Chile, Estados Unidos, Brasil y Uruguay.

En un intento por resolver las pujas al interior de una cadena donde no faltan eslabones con posición dominante, en 2002 se creó el Instituto Nacional de la Yerba Mate. Una de las tareas de este organismo es consensuar precios mínimos. La producción de yerba tiene básicamente tres etapas. La producción primaria, secado y molienda. Esto genera, además del precio final, dos precios intermedios, el de la hoja verde y el de la yerba canchada, es decir secada y preparada como insumo de la molienda.

La tarea del Instituto es, precisamente, acordar semestralmente y por unanimidad los precios mínimos intermedios: los de la hoja verde y la yerba canchada. La unanimidad no es tarea sencilla, ya que se trata de acordar entre sectores muy diversos y con intereses contrapuestos: representantes de los gobiernos nacional y de las dos provincias productoras, de la producción primaria, los secaderos, cooperativas, industrias y trabajadores. Un total de doce miembros. Si la unanimidad no se consigue, entonces debe laudar el secretario de Agricultura en base a los antecedentes. Esta es la situación actual y el titular de la cartera debe expedirse en las próximas dos semanas.

La opinión mayoritaria pero no unánime dentro del Instituto es llevar el precio de la hoja verde, que actualmente se paga 31 centavos el kilo (por la canchada el último acuerdo había establecido 1,18 peso el kilo), a cerca de 40 centavos. Lo que significa un aumento del orden del 30 por ciento. Pero la discusión no está sólo en este punto sino en cómo se distribuirá el ajuste al interior de la cadena. Algunos industriales pretenden que ese aumento sea proporcional para todas las etapas. Agricultura, en cambio, aspira a que la industria absorba el mayor precio de las materias primas para no afectar el precio pagado por los consumidores.