DESECONOMíAS
La mentira del G7
Por Julio Nudler
Se suele escribir y leer que el G7 congrega a las siete mayores economías del mundo, y es falso. Hoy la segunda es China, y no está. India es más que Alemania, tanto Brasil como Rusia superan a Canadá, y tampoco están. También se dice que Estados Unidos, con su crecimiento, ha sido en los últimos tres años la locomotora del mundo, explicando un 25 por ciento de la expansión de la economía global. Pero es mentira. El verdadero remolcador fue China, con casi un tercio del incremento del Producto mundial, mientras que Norteamérica sólo representó el 13 por ciento. Así, viendo las verdaderas cifras, es posible entender por qué subió tanto el precio de los commodities (soja, acero, etcétera) en el mercado internacional: es que son economías como la china, y no las posindustriales, las que demandan más esos insumos. Desde la Argentina, que es un proveedor de éstos, conviene manejarse con datos ciertos y no falsos para poder diseñar una buena estrategia nacional y empresaria. Lo curioso es que este tránsito del error al acierto puede lograrse recurriendo a una simple y pringosa hamburguesa. El índice BigMac, que desde 1986 releva The Economist, permite comparar la creación de riqueza en las economías más diversas, prescindiendo del engañoso cartabón de los tipos de cambio de mercado. Es sabido que en las economías pobres casi todo cuesta menos (especialmente los no transables, y en particular el trabajo), ley que también rige para las monedas de esos países, que están masivamente subvaluadas. El hecho de que el yuan o el peso sean monedas baratas, conduce a que subestimen la creación de valor en sus respectivos países cuando, para expresarla en dólares, se utiliza el tipo de cambio, que no es sino un precio de mercado, más o menos político. El índice BigMac, basado en una cesta que incluye un único bien, es una aproximación burda pero práctica a la llamada PPP, o paridad de poder adquisitivo (purchasing power). Esta es usada por el FMI y el Banco Mundial para comparar tamaños. Para tranquilidad de ellos, Estados Unidos seguirá siendo, por un rato al menos, la mayor economía del planeta.