DESECONOMíAS
Alabado sea el Señor
Por Julio Nudler
Si Jesús anduviera hoy por el mundo, ¿qué régimen tributario predicaría? Bob Riley, gobernador de Alabama, republicano, religioso y ultraconservador, llegó a la conflictiva conclusión de que la estructura impositiva del estado sureño viola las enseñanzas bíblicas, que prohíben oprimir al pobre. Según él, del Nuevo Testamento surgen tres grandes directivas: amar a Dios, amar al prójimo y cuidar del débil. Esto no parece haber sido tomado en cuenta por los terratenientes y los grandes empresarios madereros, que con su influencia sobre los poderes terrenales moldearon un sistema impositivo que grava desmesuradamente a los humildes. Por ejemplo, con un impuesto a las ventas cuya alícuota en ese estado es del 11 por ciento. ¡Once por ciento!, una tasa escandalosamente alta para cualquier estadounidense. El impuesto a las ganancias percute a su vez sobre las familias con ingresos de 4600 dólares anuales en adelante, cuando en la vecina Mississippi el mínimo no imponible es de 19.000 dólares. De modo que, para indignación de sus sostenedores derechistas, Riley envió al parlamento estadual una reforma que pretende recaudar u$s 1200 millones adicionales por año, gravando a empresas y ricos, y sobre la cual debería pronunciarse la ciudadanía en septiembre. Susan Pace Hamill, catedrática de impuestos y graduada en teología, ha escrito un estudio para demostrar que la proyectada reforma está basada en la ética judeocristiana, a pesar de lo cual John Giles, presidente de la Coalición Cristiana, ya expresó su rotunda oposición al aumento de gravámenes, aunque éste sólo intente atenuar la alevosa regresividad del régimen tributario vigente. Y aunque Alabama es un estado rezagado y poco gravitante en el conjunto de la Unión, la fundamentación religiosa de una reforma progresiva irrita a los cavernícolas de George W. Bush en Washington. Estos también gustan de insertar la religión en los asuntos mundanos, pero es tan difícil para ellos compatibilizar las enseñanzas cristianas con la furia belicista como explicar el corte en la imposición de los dividendos.