CORREO
Respecto a la entrevista con el presidente del Correo Argentino, Eduardo Di Cola (Cash del domingo pasado), le enviamos el presente, con el objeto de aclarar el tema del Marco Regulatorio Postal. El Marco Regulatorio debe existir por cuanto toda actividad comercial debe ser regulada, de tal modo que no existan, como hoy en día, prestadores que tengan sus trabajadores en negro, que los empresarios estén obligados a respetar el Convenio Colectivo de Trabajo 80/93-E, que es el que les da los derechos a los trabajadores de las comunicaciones, y no como pasa en el presente que los distribuidores de los correos privados se rigen por el convenio de Camioneros. Además dentro de ese marco se puede discutir la Franja Reservada, que contempla que la correspondencia de los organismos estatales deben imponer la misma, por su Correo de Bandera como lo hacen todos los países desarrollados del mundo. Y, por otro lado, la correspondencia con peso de hasta 0,300 gramos debe ser recepcionada, procesada y repartida por el Correo Oficial. En otro orden, expresamos nuestro desacuerdo con la promoción a gerente general del Sr. Rafael Sardella, por entender que esta decisión postergó la carrera administrativa a compañeros con una dilatada trayectoria dentro del Correo. Esta promoción no fue la única: también se “promocionó” a todos los que ingresaron fuera de convenio, en la parte gerencial, vale decir a los que integraban el equipo de Macri.
Rodríguez Raúl Esteban
Secretario General Aatrac
Seccional Neuquén
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Otra campana
Ultimamente se está generando una serie de protestas de los sectores agropecuarios por las retenciones. Quisiera aclararles a todos los que manejan estos argumentos, que los mismos son falaces e incompletos al presentar a las retenciones como impuestos, ya que en la actualidad, son sólo parte de una inteligente política monetaria y cambiaria que de no aplicarse, la actividad mencionada no tendría ningún beneficio, a menos que los señores del campo pretendan que sólo se anule la parte que ellos creen que los perjudica. Veamos: la actividad agropecuaria genera hoy una cantidad de divisas que deben ser liquidadas en el mercado y transformadas a pesos. Esta es la oferta del mercado de divisas que genera el precio de las mismas (cotización del dólar) y la demanda de dicho mercado está formada por las compras de divisas que hagan los particulares y las empresas importadoras. De este juego, sin la intervención estatal, hoy el dólar estaría entre 2,30 y 2,40 pesos. El Estado busca mantener el dólar alrededor de los 3 pesos, que es el nivel que le permite controlar los montos de las importaciones para que no se perjudique la industria local, y por consiguiente los niveles de empleo. Para ello interviene en el mercado aumentando la demanda y comprando dólares hasta que los 3 pesos sea el precio de equilibrio, con fondos procedentes de las retenciones. Es decir que el campo recibe un dólar a 2,30, que es el mismo nivel que recibiría si el Estado no interviniera en el mercado porque no tendría plata si no cobrara las retenciones. Por lo tanto al sector agropecuario le será indiferente que las retenciones se cobren o no, a menos que pretenda que el Gobierno aumente la presión impositiva a los sectores que menos tienen y siga comprando divisas para beneficiar el tipo de cambio. No entiendo por qué el Gobierno no plantea las cosas de esta forma y termina con la polémica. Los productores agropecuarios no deben olvidarse que cuando se fundieron en la década del ‘90, con la ridícula convertibilidad, las retenciones no existían.
José Luis Carreira
Hurlingham
Provincia de Buenos Aires
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