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Hace unos días, Evo Morales, presidente electo de Bolivia, dijo: “Ganó el verde de la coca frente al verde de los dólares”. Hoy, los productores de coca de la región boliviana de los Yungas le pedirán al gobierno electo de Evo Morales que encabece gestiones diplomáticas con el ejecutivo argentino y otros países vecinos para exportar la hoja de coca. ¿Cuánto reciben realmente los productores de coca afectados? ¿Cuánto vale la producción total anual de hojas de coca?

Estados Unidos y los países más afectados podrían comprarle toda la producción, pagando un mejor precio que los productores de droga, si realmente lo que les interesa es evitar el consumo.

Supongo que, en términos económicos, debe ser más barato y seguro comprarles toda la producción a los cocaleros, que luchar para evitar la producción de droga. Luego, si los compradores quieren, la destruyen.

Cuando el precio sube, la demanda baja, y el negocio se termina en poco tiempo.

Seguramente, además de sus fines medicinales, se debe poder utilizar como bio-combustible, o encontrarle alguna aplicación con fines nobles. Si la planta forma parte del universo, por algo será... ¿no es cierto? Es cosa de buscarle una utilidad compatible con el futuro de nuestros hijos.

Eso cortaría el camino a la violencia, el tráfico de armas, las organizaciones terroristas, el lavado de dinero, etc.; pero por sobre todo, salvaría muchas vidas, solucionando además el grave problema social que afecta a los agricultores de la zona.

El cálculo es sencillo: Costo en dólares x Tonelada de hojas, contra el costo de combatir el tráfico en el mundo. La ONU debería analizar tal posibilidad.

Claro está que va a quedar sin trabajo un “ejército de desocupados”, todos los que actualmente “luchan contra”, con magros resultados por cierto y disponiendo para ello de nuestros impuestos, ya que si las estadísticas no fallan, sólo se logra decomisar el 10 por ciento de la droga que circula por el mundo.

Después de todo, “tal vez el verde de los dólares, en lugar de enfrentarse, pueda ser solidario con el verde de la coca”.

Sin otro particular, lo saludo atentamente.

Julio Monsech
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