Más de 300.000 usuarios de computadoras de todo el mundo pueden perder su acceso a Internet a partir del 9 de julio, cuando el FBI apagará los servidores temporales que se activaron tras descubrirse una importante trama de piratería. El apagón se explica por la llamada Operación Click Fantasma, que en noviembre llevó a la detención de seis ciudadanos estonios acusados de fraude, al infectar cientos de miles de computadoras con un código malicioso llamado “DNS Changer”, que facilitaba la entrada de virus informáticos en el sistema. Según el FBI, los piratas utilizaron ese acceso para redirigir a los usuarios a sus propios servidores y manipular la publicidad en línea, con lo que ganaron hasta 14 millones de dólares en ingresos ilegales.