Un contador estaba con un amigo en un banco cuando varios asaltantes armados irrumpieron en el lugar. Mientras algunos ladrones sacaban el dinero de las cajas, otros alinearon a los clientes contra la pared y comenzaron a sacarles sus pertenencias. Mientras esto sucedía, el contador sacó algo de su bolsillo y se lo puso a su amigo en la mano. Sin mirar para abajo, el amigo le preguntó: “¿Qué es?”. A lo que el contador respondió: “Son los 100 pesos que te debía”.