El Estado del Vaticano e Italia han firmado un acuerdo en materia fiscal que incluye el intercambio de información bancaria a partir de 2009 y la posibilidad de repatriación de capitales. Se trata de un paso decisivo tras los escándalos de ocultación de capitales y lavado de dinero que salpicaron al Instituto de Obras Religiosas (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, y que dio lugar a una vasta reforma iniciada por Benedicto XVI y concluida con Francisco. El acuerdo también prevé que las rentas financieras de las personas físicas y jurídicas con cuentas en el IOR estén sujetas al pago de impuestos en Italia a partir de la declaración de 2014.