NUEVAS ZONCERAS ECONóMICAS › CRECIMIENTO ECONóMICO Y PRECIO INTERNACIONAL DE LAS MATERIAS PRIMAS
› Por Ruben Telechea *
Hace años los economistas ortodoxos dicen que el crecimiento de la economía argentina se explica por el viento de cola. ¿A qué se debe este empecinamiento en reducir un fenómeno económico sumamente complejo, como el crecimiento, a algo tan simple como el aumento del precio internacional de un solo producto? Lo que sucede es que esos economistas –y los intereses que ellos representan– no comparten la actual agenda de políticas económicas, ya que rechazan la idea del crecimiento liderado por la demanda. Así aplican el mote de “populistas” a ese tipo de medidas, ya que, según ellos, tienen el único fin de ganar el voto poniendo plata en el bolsillo de la gente (que es ingenua y entonces no se da cuenta de que está siendo engañada), fomentando el gasto desmesurado a costa del ahorro.
A pesar de que año tras año insisten con su pronóstico de que esas medidas provocarán recesión, este “populismo” exhibió durante su gestión las tasas de crecimiento más altas de la historia argentina.
Por ese motivo, la ortodoxia buscó otra explicación al crecimiento argentino, ya que tenía la necesidad de evitar que éste sea vinculado con las políticas económicas implementadas, las cuales ellos desaprueban. Entonces, ¡qué mejor explicación que el viento de cola! Un fenómeno que estaba a la vista de todos. Por más que pareciera una respuesta sorprendentemente zonza, muchos economistas afirman que el crecimiento record que tuvo lugar en estos años se debe pura y exclusivamente al viento de cola.
Para ver si se corresponde con la realidad, analicemos algunos datos. En primer lugar, la tasa de crecimiento promedio de los principales países de Latinoamérica y el Caribe para el período 2003-2011. Argentina fue el país que más creció con un promedio del 7,6 por ciento, seguido a sólo una décima por Panamá. Otros países para mencionar son Uruguay (5,7 por ciento), Paraguay (5,0), Venezuela (4,8), Colombia (4,6), Chile (4,3), Brasil (4,1), siendo México el que menos creció con un 2,4 por ciento. El promedio de esos países en esos años fue de 3,97 por ciento, o sea que Argentina registró casi el doble. Estas cifras surgen de informes del FMI.
Como el viento de cola dicen que surge de “la suerte” proveniente del notable crecimiento del precio internacional del poroto de soja, miremos ahora la evolución de ese precio.
A primera vista, la afirmación aparentaría ser válida, ya que la soja es el principal producto exportado de la economía argentina y resulta indudable el aumento del precio internacional de ese commodity. Si examinamos qué sucedió con los precios internacionales de los principales productos de exportación de toda la región, encontramos con que se derrumba ese argumento. La evolución del precio internacional del poroto de soja estuvo muy por debajo del incremento alcanzado en el mismo período (2003-2011) del petróleo, el cobre y el café. Sin embargo, Argentina creció más que Brasil, Chile y los países petroleros.
¿Se puede hablar entonces de viento de cola para el caso argentino? Con estos datos ese argumento queda derrumbado. Es indudable que el aumento del precio internacional de los commodities es un factor fundamental para explicar el crecimiento de toda la región en estos años. Sin embargo, utilizar sólo el viento de cola para entender el desempeño particular de un país es de una ligereza sorprendente
* Docente UNLZ y UNQ.
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