LA EMISION MONETARIA ALIMENTA EL FUEGO DEL MERCADO CAMBIARIO
La fuga no se toma respiro
La salida de depósitos no se detiene. En el primer trimestre se acumula una pérdida de 8036 millones. El Banco Central emite para dar préstamos a las entidades para que éstas atiendan esa fuga.
Por Claudio Zlotnik
Con los números a la vista, se entiende la ansiedad del Gobierno por blindar el corralito. Más que goteo, la salida de fondos se parece a un drenaje imparable. Desde la devaluación, el último 11 de enero, la fuga ya acumuló 8036 millones de pesos. Equivale a un ritmo de 146 millones por día. Lo preocupante es que la mayor parte de esta huida es financiada con emisión monetaria, que a su vez termina presionando al tipo de cambio ante la masiva compra de dólares. El retiro de esos depósitos no es más que el reflejo del desmoronamiento del sistema financiero. El mismo que durante la década del 90 fue mostrado como ejemplo para los países emergentes porque estaba constituido por fuertes conglomerados internacionales. Grupos extranjeros que dieron un paso al costado cuando estalló la crisis.
La salida de depósitos se viene dando por dos vías diferentes: desde las cuentas a la vista (cajas de ahorro y cuentas corrientes) y por los amparos contra el corralito. En la city estiman que el 20 por ciento de la fuga se explica por esos fallos judiciales. Mientras tanto, desde el Banco Central ya pidieron información detallada sobre este tema a las entidades ya que se cree que la mayoría de los amparos exitosos beneficiaron a los depósitos más grandes.
Lo que más preocupa a Economía es que el derrame del corralito se financia con emisión de moneda, y es por este motivo que los funcionarios reclaman que la Corte Suprema ponga un cepo a la fuga. De los 8036 millones de pesos que salieron de los bancos desde principios de año, 4700 millones se financiaron con pases activos y redescuentos del Banco Central. El resto correspondió a la caída de encajes bancarios.
La emisión de 4700 millones de pesos ya sobrepasó la pauta original del Banco Central. Para todo el año, la entidad monetaria tenía prevista la emisión de 3500 millones. Esta conducta del BC tiene dos efectos en la economía: la posibilidad de un aceleramiento de la inflación y de una disparada del dólar.
De hecho, la fuga de depósitos implicó una caída pronunciada de las reservas del Banco Central, debido al retiro de depósitos y la fuga hacia el dólar. En lo que va del año, la merma de las reservas alcanza a 1800 millones de dólares (una parte de este total se explica por la cancelación de la línea Repo que el BC había tomado con bancos internacionales).
Algunos cálculos privados indican que hubo ahorristas que sacaron sus depósitos pero no los destinó a la adquisición de dólares. En total, se presume que en las gateras hay 3400 millones de pesos que podrían destinarse a la adquisición de divisas en caso de que el mercado cambiario vuelva a recalentarse.