- Con la devaluación no sólo desapareció el crédito bancario sino también el comercial.
- Las tarjetas de crédito suspendieron los pagos en cuotas.
- En las agencias de turismo ni siquiera aceptan las tarjetas de crédito, por miedo a que antes de un mes se dispare el dólar.
- En las concesionarias de autos suspendieron los planes de financiación.
- No se aceptan cheques a más de 30 días.
- La incertidumbre sobre la cotización del dólar futuro y la evolución de la inflación son las causas.
- El Gobierno prohibió que los contratos privados se indexen por el índice de inflación, algo que existe en todas las economías con tipo de cambio flotante, como ser Brasil y Chile.
- Nadie vende en pesos a plazo por miedo a que la inflación licue el crédito. Y las ventas a crédito se paralizan, a menos que se dolaricen.