Son dos e irreconciliables, pero cuando la necesidad, la oportunidad o el adversario común lo piden, hacen frente sin fisuras. Boca y River a partir del miércoles se enfrentarán tres veces en una semana, pero antes de que los jugadores intercambien patadas y camisetas y los hinchas lágrimas, puteadas y sonrisas, Macri y Aguilar
se pusieron alevosamente de acuerdo.