¿Piensan revisar algunos tratados bilaterales de inversión?
–Las estrategias argentinas no son sólo técnico-procesales. También son diplomáticas. Nosotros vamos a implementar, a través de la Cancillería, consultas con algunos países sobre temas vinculados a los tratados bilaterales. Hay que tener en cuenta que los tratados de inversión tienen vigencia hasta 10 años después de ser derogados. Por lo tanto, estamos hablando de hacer algo hoy para que empiece a regir mucho tiempo después. No obstante, me interesa dejar en claro que los tratados no son malos en sí mismos. A lo mejor es una cláusula o la interpretación de una cláusula lo que hay que discutir. Por ejemplo, si las partes de un tratado dicen que los accionistas minoritarios no deben ser considerados inversores, cuando un accionista minoritario como CMS reclame ante un tribunal internacional se lo va a desestimar.
¿La revisión de los tratados podría condicionar la llegada de inversiones?
–Siempre se dice que la firma de los tratados fue la condición para que llegaran las inversiones, pero si se cotejan las fechas se va a dar cuenta de que no fue tan así. Algunas inversiones llegaron antes que los tratados y luego se buscó tomar todas las precauciones posibles para mejorar el posicionamiento en términos jurídicos. El dinero llegó porque las empresas consideraron que las condiciones eran favorables y si vuelven a considerar que la Argentina es rentable volverán a invertir.