Opinan industriales de los sectores afectados
ALBERTO SELLARO
de Cámara del Calzado
“Con Brasil no podemos”
“Nuestra industria es competitiva, estamos actualizados tecnológicamente, pero con Brasil no podemos. Los industriales brasileños reciben subsidios por su producción, que llega al 42 por ciento del costo total. Ellos toman como crédito fiscal a todos los impuestos internos. No pedimos que nos regalen nada, pero queremos trabajar. El Gobierno hizo un esfuerzo junto a nosotros para capacitar a la gente e intentar reinsertarla en el mercado laboral. Tenemos escuelas en el INTI y en el sindicato. Pero la verdad es que adolecemos de un marco legal para defendernos. Por lo menos, con el dólar a 3,50 pesos estábamos mejor. En el primer trimestre ingresaron 3 millones de pares desde Brasil, un aumento del 170 por ciento respecto del año pasado. Así van a volver a cerrarse las fábricas que reabrieron tras la devaluación.”
MIGUEL FARAONI
de Cámara del Juguete
“Sospechas de contrabando”
“Notamos un freno en la fabricación de juguetes nacionales. Veníamos de un fuerte impulso, que se diluyó. Sospechamos que hay contrabando y erróneas declaraciones en la Aduana por parte de los importadores, que encima ahora se anima a traer mercadería porque el dólar bajó. Ingresan baratijas contra las cuales no podemos competir, se permite entrar los saldos de China a precios irrisorios. Necesitamos precios de referencia para impedirlo. El año pasado nos habíamos ilusionado: la industria crecía, pero ahora notamos un cambio: la producción se amesetó. Encima, los mayores costos de nuestros insumos, como el petróleo y la energía y hasta los salarios se encarecieron, con lo cual será más difícil remontar. Para colmo, los industriales argentinos no tenemos financiamiento bancario a costos razonables. El Gobierno debe tomar a Brasil como modelo: ellos acaban de recargar los costos de sus importaciones aumentando las tasas internas. Así se defiende a la industria local.”
ALDO KARAGOZIAN
de Pro-Tejer, textiles
“Los precios son ridículos”
“La participación de los importados es cada vez mayor. Nuestro sector fue el primero en reaccionar después de la devaluación, pero también es el que se está resintiendo por el regreso de las importaciones: si bien se nota un aumento de la demanda interna, ese plus se lo están llevando los importadores. Lo peor es que esta ola de importados está liderada por el rubro de la indumentaria. Si a ellos los golpean, nos va mal a cada eslabón de la cadena textil. El problema es que ingresa mercadería de China y de Brasil a precios ridículos. Encima, la baja del dólar nos perjudicó. Reclamamos más protección del Estado. Concretamente, la aplicación de derechos específicos y de precios de referencia. Queremos competir pero de igual a igual. Hay que actuar con urgencia: ya se nota un amesetamiento en los pedidos de personal por parte de las fábricas.”